La Generalitat inicia en Cataluña una de las principales propuestas del 'informe Abril'

La Generalitat de Cataluña comenzará a aplicar este año una de las principales recomendaciones del informe Abril, la de separar formalmente la financiación de la sanidad de la provisión de los servicios. En estos momentos, la Seguridad Social financia los servicios y gestiona al mismo tiempo su provisión a través del Insalud y sus equivalentes en las comunidades autónomas, que en el caso de Cataluña es el Instituto Catalán de la Salud (ICS). A partir de este año, los hospitales de la Seguridad Social gestionados por el ICS serán equiparados a los concertados, como paso previo para dotarlos de autonomía de gestión y convertirlos en empresa pública.

El Servicio Catalán de la Salud (SCS) impondrá a los hospitales de la Seguridad Social, como ya hace con los concertados, un contrato de prestación de servicios que les obligara a cuantificar, evaluar y facturar las prestaciones que efectúen. Para este año, el contrato contemplará un presupuesto equivalente al gasto previsto, pero el objetivo de la medida es adecuar los presupuestos de cada centro a las necesidades sanitarias fijadas previamente y obtener así la máxima eficacia de los recursos."El siguiente paso será convertir estos hospitales en empresas públicas, un punto decisivo para cualquier reforma sanitaria, pues ello permitirá una política de contratación de personal y unos mecanismos empresariales de gestión", explica el consejero de Sanidad, Xavier Trias. Esta fue precisamente una de las propuestas estratégicas del plan de reforma presentado por el ex ministro de Sanidad Julián García Valverde al Gobierno y que fue rechazado tras una entrevista con el vicepresidente, Narcís Serra.

García Valverde proponía convertir al Insalud en un gran holding público integrado por los distintos hospitales convertidos en empresas públicas y, por tanto, dotados de autonomía de gestión. La, autonomía de gestión comporta, sin embargo, la posibilidad de endeudarse. En un momento en que las previsiones apuntan hacia una creciente presión de la demanda sanitaria -por el envejecimiento de la población y por el aumento del nivel de vida-, la posibilidad de que los hospitales públicos puedan endeudarse provoca pavor en las esferas económicas del Gobierno, conscientes de que este instrumento podría convertirse en una sangría para el presupuesto.

"Efectivamente, un cambio de este tipo no es posible si no se garantiza previamente un control estricto del gasto. Y para ello es preciso reformar también los medios con los que ejercer ese control, es decir, los mecanismos de intervención del Estado", afirma Trias.

Consciente de ello, lo que está haciendo el consejero catalán es preparar el camino. De momento, los hospitales del ICS deberán facturar las prestaciones de acuerdo con el sistema de pago utilizado para los concertados, es decir, por unidades básicas de salud, lo que permitirá conocer en qué se desvían de las previsiones y dónde se encuentran las bolsas de ineficiencia. "Tener estos datos es muy importante porque podremos comparar. Dos unidades dotadas igual y con el mismo personal no pueden tener diferente lista de espera, por ejemplo", afirma Jaume Roma, director general de recursos económicos del SCS.

Precios y cargas

En estos momentos, una unidad básica de un hospital concertado de tercer nivel -los de mayor dotación tecnológica- le cuesta al ICS 27.000 pesetas, mientras que en uno de la Seguridad Social le sale por 35.000. La situación actual no permite, sin embargo, comparar estas cifras, pues los hospitales concertados no soportan algunas cargas que tienen los públicos, como las unidades de grandes quemados o ciertos programas de investigación. "En adelante, separaremos lo que son procesos terapéuticos ordinarios de los programas especiales como los trasplantes, que serán financiados aparte. Ello nos permitirá establecer los mismos criterios en todos los centros, sean propios o concertados, y comparar los resultados de la gestión". En contrapartida, los concertados verán incrementado el control de las autoridades sanitarias. Hasta ahora sólo presentaban al SCS su cuenta de explotación al final del ejercicio. Ahora deberán presentar información de diferentes parámetros cada tres meses.

Trias ha sido un abanderado del informe Abril. De hecho, algunos de los miembros de la comisión que lo elaboró habían participado previamente en el plan de reordenación emprendido en la sanidad catalana. Todos los nuevos hospitales de la Seguridad Social de Cataluña han sido constituidos como empresas públicas autónomas e incluso algunos de los servicios añadidos a los hospitales ya existentes. Este es el caso del Servicio de Radiodiagnóstico de la ciudad sanitaria de Vall d'Hebrón, que funciona como una sociedad, pero constituida íntegramente con capital público.

"La autonomía de gestión permite que el servicio funcione. permanentemente, con tres turnos laborales, con lo que se obtiene el máximo rendimiento del sofisticado utillaje", explica Trias. "Con esta experiencia hemos demostrado que una empresa así no tiene por qué ser deficitaria. Le pagábamos Vas mismas tarifas que a los otros servicios concertados, y observábamos que, a pesar del mayor rendimiento, obtenía beneficios, de modo que hemos podido revisar las tarifas".