Cira no tiene con quien jugar

Cira, una niña mulata de dos años. que vive en la localidad leridana de Alcoletge, de unos 1.500 habitantes, no ha pedido este año a los Reyes Magos . ningún juguete especial. Se conformaría con ser aceptada por los demás niños del pueblo y con poder compartir guardería, lo que no sucede desde que el pasado verano alguien propagó el falso rumor de que padecía el sida. Ahora, apenas sale de casa y sólo juega con sus primos. La madre, Concepción Ruiz, asegura que su hija es discriminada "porque es negra".

La madre, de 24 años, apunta los inconvenientes que tiene vivir en un pueblo pequeño y, tras una breve reflexión sobre lo que les está ocurriendo a ella y a su hija, no duda en calificar a los vecinos de Alcoletge de "racistas". Como muestra de esta actitud señala que ningún niño del pueblo quiere jugar con Cira. "Muchas madres", explica, "impiden que sus hijos se acerquen a la niña y cuando alguno lo intenta lo cogen. inmediatamente por el brazo y se lo llevan a otra parte".La historia se inició el pasado mes de agosto, cuando Concepción intentó matricular a Cira en la guardería. La dirección del centro le exigió que sometiera a su hija a la prueba del sida a raíz de las presiones recibidas por los padres de otros niños que habían escuchado rumores sobre el estado de salud de la pequeña. "la directora", explica la madre, "me puso esa condición para no quedarse sin alumnos; pese a no estar de acuerdo, no me importó hacerle las pruebas a mi hija porque sabía que estaba sana".

La prueba resultó negativa. El certificado fue exhibido en el tablón de anuncios de la guardería para tranquilidad de todos, pero la niña aún no ha ingresado en la misma, donde tiene reservada la plaza, porque Concepción espera una ayuda oficial para poder pagar la cuota de 7.000 pesetas mensuales, ya que ahora no realiza ningún trabajo remunerado y vive con sus padres.

Demanda por difamación

Pilar Grau, responsable de la guardería, niega que exigiera los análisis a la pequeña como condición para admitirla. La decisión la tomó "de común acuerdo con la madre" con el fin de acallar las murmuraciones que había en el pueblo, pero éstas no cesaron. Concepción Ruiz ha presentado una demanda por difamación contra una vecina de Alcoletge, A. S. R., a quien culpa de haber extendido el rumor." Esta vecina trabaja en el servicio de limpieza del hospital Arnau de Vilanova, en Lérida, donde Ruíz estuvo ingresada el pasado mes de marzo a causa de una dolencia pulmonar. "Esa trabajadora", añade, "dijo en el pueblo que yo estuve un mes hospitalizada en la planta de los sidosos, pero no dijo que cogí la pulmonía porque trabajaba de noche en la sección de cierre de un diario local y estaba baja de defensas".Con esta acción judicial, Concepción pretende que se repare el daño causado a la pequeña. "Por esos rumores, ella está discriminada social y educativamente y no pienso retirar la denuncia hasta conseguir que a esa mujer la expulsen del hospital", dice con rabia.

La madre de Cira no quiere que se hurgue en su vida privada y se siente incómoda cuando se le pregunta por la identidad del padre de su hija, "porque esa persona sólo vivió aquí 15 días y por cuestiones legales no hay posibilidad de que vuelva". "Mi vida pasada no habría originado tanta polémica si mi hija no hubiera sido negra", dice.

Alcoletge es una localidad situada a unos 12 kilómetros de Lérida, donde hace tres años los vecinos se opusieron a que se abriera un centro de rehabilitación de toxicómanos. Ahora cuesta obtener una opinión ante la nueva polémica desatada. Ante la repercusión que ha tenido el caso, la población está a favor de la guardería, a la que el Departamento de Sanidad de la Generalitat ha abierto un expediente por el posible incumplimiento de una resolución parlamentaria que garantiza la intimidad personal y la confidencialidad de las pruebas del sida. Incluso el Ayuntamiento de Alcoletge ha respaldado la actuación de la guardería.