¿Qué vieron los Reyes Magos?
Nuevas teorías sobre la estrella de Belén sitúan el nacimiento de Cristo en primavera y algunos años antes
Con ocasión del nacimiento de Cristo, los Reyes Magos de Oriente vieron una luz en el cielo de contornos tan definidos que los guió a través de 1.000 kilómetros de desierto. Sin embargo, los propios consejeros del rey Herodes en Jerusalén no vieron tan extrañas luces en el cielo. Tampoco los meticulosos astrónomos chinos de su tiempo dieron cuenta de ninguna estrella brillante. ¿Qué fue entonces la estrella de Belén?
Para empezar, hay que saber más o menos cuando nació Cristo. Casi con toda seguridad, no fue el año 1 antes de Cristo -un monje del siglo XVI cometió un error al calcular la fecha-, sino unos cuanto años antes. Lo más probable es que Jesús naciera poco antes de la muerte de Herodes, que tuvo lugar poco después de un eclipse de Luna, probablemente el año 4 antes de Cristo, aunque pudo haber uno más espectacular el año 1 antes de la era cristiana.Algunos astrónomos han sugerido que la estrella fue el cometa Halley, que pasa cerca de la Tierra cada 76 años. En su más reciente aparición, en 1986, el cometa ofreció un decepcionante espectáculo, aunque sí fue una luz brillante en el cielo el año 12 antes de Cristo, demasiado pronto para solucionar el problema del nacimiento de Jesús.
Los Reyes Magos eran astrólogos más que astrónomos, y como los astrólogos de hoy, pondrían especial atención en las posiciones de los planetas con las constelaciones del Zodiaco. Hubo dos extraños agrupamientos en ese tiempo. El año 7 antes de Cristo, Júpiter y Satumo se alinearon en la constelación de Piscis. Vistos desde la Tierra, cada uno de los planetas pasaron tres veces, en mayo, octubre y diciembre. Para los astrólogos, esta triple conjunción estaba cargada de significado. Júpiter era el rey de los planetas, Saturno representaba al Mesías y Piscis era la constelación de los judíos. De forma que el cielo estaba señalando la llegada del Mesías y del rey de los judíos.
Cinco años antes
Pero los dos planetas nunca se acercaron tanto como dos veces el tamaño aparente de la Luna. Pocos años después, el 17 de junio del año 2 antes de Cristo, Júpiter pasó al más brillante planeta, Venus, tan cerca que los dos parecieron converger en una sola estrella excepcionalmente brillante. Esta estrecha aproximación del planeta Venus a Júpiter habría significado el nacimiento de un rey, y la conjunción ocurrida en el signo de Leo, otro signo relacionado con los judíos. Sin embargo, una nueva teoría lanzada. por el profesor Colin Humphreys, de la Universidad de Cambridge (del Reino Unido), rechaza la idea de que la estrella fuera una conjunción planetaria, porque la Biblia se refiere a un solo objeto que apareció en un momento específico y qué quedó colgado sobre Belén.El profesor Humphreys, que utilizó los fenómenos naturales para datar que la crucifixión tuvo lugar el viernes 3 de abril del año 33, mantiene que la estrella de Belén fue casi seguro un cometa. Los archivos chinos describen un cometa brillante con una cola que apareció en la primavera del año 5 antes de Cristo y fue visible durante más de 70 días.
¿Pero, entonces, cómo casa la aparición del cometa en primavera con la Navidad? El evangelio de San Lucas menciona a pastores dispersando a sus rebaños en los campos próximos. Es difícil que ellos hicieran esta tarea entre diciembre y febrero, cuando en Belén el tiempo es frío y húmedo; los rebaños normalmente estarían encerrados durante el invierno.
Si el cometa fuera la estrella de Belén, ¿cuándo nació Cristo? El profesor Humphreys aventura que el nacimiento del Mesías tuvo lugar entre el 13 y el 27 de abril del año 5 antes de Cristo.
Copyright The Independent EL PAÍS.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.