El presupuesto de la Iglesia católica para 1992 asciende a 17.000 millones de pesetas

La Iglesia católica gastará en 1992 más de 17.000 millones de pesetas, de los que 15.260 provienen del impuesto religioso -asignación tributaría correspondiente al 0,52% de la cuota íntegra del IRPF- que se hace efectivo al realizar los ciudadanos la declaración de la renta. La parte del león de los presupuestos corresponde al capítulo gastos generales y de personal de las diócesis, con 11.400 millones, un 67% del total.Los sueldos de los obispos -127 millones de pesetas- ascienden al 1% de los gastos, alrededor de unas 100.000 pesetas brutas al mes sin pagas extraordinarias. Las ayudas destinadas a la Santa Sede ascienden a más de 11 millones, cifra ligeramente superior a lo fijado como contribución a las conferencias episcopales del Tercer Mundo. Al igual que en ejercicios anteriores, los beneficios netos obtenidos por la Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE) -de la que el episcopado es accionista mayoritario- no aparecen reflejados en el capítulo de ingresos en los presupuestos de la Iglesia. Ello puede deberse a que los titulares de esas acciones son las diócesis y estos fondos pueden quedar en ellas sin que se plasme en el presupuesto del llamado fondo común interdiocesano. En 1990 los beneficios netos de la COPE ascendieron a 1.270 millones de pesetas, según una auditoría realizada por Price Waterhouse.

En esta ocasión, los presupuestos no fueron presentados en conferencia de prensa en la sede de la Conferencia Episcopal, tal como ha sucedido en años anteriores. Algunas fuentes afirman que estaba prevista esta presentación, aunque fuentes del episcopado negó que existiera tal previsión.

El hecho de que los presupuestos hayan sido facilitados a través de una estricta nota puede guardar relación con la negociación que la jerarquía episcopal y el Gobierno llevan a cabo para fijar el porcentaje definitivo del impuesto religioso y el futuro de la autofinanciación de la Iglesia.

El Ejecutivo socialista pide como contrapartida que se establezca la fecha en que la Iglesia decidirá prescindir de esa asignación tributaria. Fuentes del Partido Socialista informaron que el Gobierno está dispuesto a llegar a un acuerdo global este mismo año, dentro de la ley de Presupuestos Generales del Estado Sin embargo, la lentitud con la que se han desarrollado las conversaciones -que inicialmente la jerarquía eclesial no se decidía a poner en marcha- impedirá con probabilidad que el acuerdo se alcance en los presupuestos ahora en debate parlamentario.