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Pendientes del 'María Ángeles'

Al margen del acuerdo político que se alcance, el plan de competitividad que prepara la Corporación de la Siderurgia Integral prevé, en principio, para Altos Hornos de Vizcaya, (AHV), una profunda reestructuración que incluye el cierre de alguno o algunos de los hornos altos, el abandono de determinadas instalaciones y una importante reducción de plantilla.Fuentes sindicales, aparentemente informadas del acuerdo, dan por segura la desaparición de los hornos 1 y 2 de Sestao -con una capacidad de producción de 400.000 toneladas de acero cada uno-, pero el mantenimiento en un periodo de al menos 5 años, del horno estrella de la cabecera, el María Ángeles, que puede producir hasta 1,1 millones de toneladas al año. El mantenimiento y modernización de este horno y del resto de las instalaciones importantes de la cadena permitiría que la reducción de plantilla sólo afectara a 400 o 500 trabajadores de los 4.000 que están ubicados en los centros de la empresa en Baracaldo, Sestao y Ansio. Las mismas fuentes sindicales indican que el acuerdo contempla una inversión de 20.000 o 25.000 millones en los próximos años para la reconstrucción del horno María Ángeles y la introducción del sistema de inyección de carbón.

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Sin embargo, y hasta el momento, las únicas instalaciones que el estudio de integración entre Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya considera inamovibles, en razón de su rentabilidad, son el tren de bandas en caliente de Ansio, y la planta de hojalata y la línea de recocido continuo de Etxébarri. En lo que se refiere a Ensidesa, sólo la acería de Avilés y la planta de hojalata tienen hoy por hoy técnicamente garantizada su continuidad.

Según Mauro Lozano, el secretario general para asuntos corporativos del grupo siderúrgico, los técnicos que integran los grupos de estudio, asesorados por la Nipon Steell, no han resuelto por sí mismos, todavía, el nudo gordiano del problema: la selección de los hornos altos -nueve en la actualidad, seis en Ensidesa, tres en AHV- que configurarán la nueva empresa. Como referencia puramente teórica, aunque difícilmente realizable dada la dispersión de las instalaciones de AHV y Ensidesa, los expertos miran a la siderurgia holandesa Hoogovens que produce 5 toneladas y media de acero anuales -prácticamente lo mismo que la siderugia integral española- con sólo dos hornos altos.

El coste de la bobina de acero fabricado por las cabeceras de la siderurgia española oscila entre los 350 y los 380 dólares, frente a los 290-300 dólares de otras siderurgias europeas. Según Mauro Lozano, el estudio se fundamenta en las expectativas de evolución del mercado establecidas por el Instituto de Producción Mundial de Aceros que apuntan a la estabilización de la demanda hasta el año 2.000 y al aumento de la oferta. En consecuencia los precios, que han caído más del 23% en el último año, no se recuperarán.

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