¿Jeringuilla o bolsa?

"¿Quieres la jeringuilla normal o prefieres llevarte la bolsa?". La oferta puede oírse en la tercera parte de las farmacias del País Vasco, que en los dos últimos años participan en un programa contra el sida dirigido a toxicómanos puesto en marcha por Sanidad del Gobierno vasco y los colegios de farmacéuticos. Su objetivo es modificar los hábitos de los drogadictos, y la bolsa antisida, su principal instrumento.

La bolsa -un paquete que contiene, junto a la jeringuilla, un envase para desecharla, una ampolla de agua destilada, toallitas desinfectantes y un preservativo- se puede comprar en cerca del 60% de las farmacias del País Vasco por el mismo precio que una jeringuilla. Cada mes, las farmacias del País Vasco venden cerca de 60.000 jeringuillas a drogadictos. Después de dos años del pro grama contra el sida dirigido a los drogadictos por vía intravenosa, más del 40% son dispensadas a través del paquete antisida. "No compartas las jeringuillas" "Utiliza preservativos", "No tires en cualquier sitio las jeringuillas usadas" son los mensajes difundidos por los farmacéuticos para tratar de cambiar los hábitos de los toxicómanos, que al comprar el paquete por 50 pesetas disponen del material necesario para hacerlo. "El paquete antisida se convierte en un instrumento de educación sanitaria en manos de los farmacéuticos", explica el viceconsejero de Sanidad del Gobierno vasco, Javier Sáenz de Buruaga.

El programa se difunde en las farmacias porque "es un punto de paso obligatorio para los toxicómanos". "No hay soluciones mágicas para liberarles de su adicción o a los enfermos de sida del virus", afirma el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Vizcaya, Iñaki Linaza. "Hay que aceptar cualquier medida que mejore su calidad de vida".

El paquete se vende en casi el 60% de las farmacias del País Vasco. En una tercera parte, que coincide con los profesionales más jóvenes, los farmacéuticos asumen un papel activo. Ofrecen el paquete, hacen hincapié en la forma de desinfectar jeringuillas con lejía o como emplear las toallitas con alcohol, e insisten en que las jeringuillas usadas no deben abandonarse.

La drogadicción por vía intravenosa es el factor de riesgo más frecuente en la transmisión del sida en el País Vasco, con uno de los mayores índices de casos en España. La cifra de adictos estimada por los responsables sanitarios está entre los 6.000 y 12.000, de los que más de la mitad están ya infectados por sida.

La implantación del paquete ha contribuido en opinión de Linaza, a mejorar las relaciones entre los toxicómanos y los farmacéuticos. "Después de un tiempo de tensión y agresiones permanentes, desde hace cuatro años ya se había registrado un descenso en la conflictividad que los adictos a las drogas planteaban en las farmacias", recuerda Linaza. "El trato con los consumidores habituales del paquete es ahora similar al que mantenemos con el resto de los clientes".

Lo quieren gratis

Los yonquis sugieren que para aumentar la eficacia del paquete antisida sólo queda repartirlos gratuitamente. "Es superrealista y adaptado a las necesidades", dice un toxicómano que compra jeringuillas desde hace más de 10 años. Desde la incorporación, el pasado verano, de una ampolla de agua destilada, los consumidores sólo echan en falta dentro de la bolsita el ácido cítrico necesario para disolver la droga."La gente ya no comparte las jeringuillas como una muestra de confianza, de amistad. La información sobre los riesgos de contagio del sida está haciendo cambiar a la gente", explica este toxicómano. "El paquete sirve para transmitirla y proporciona el agua destilada y el alcohol. Además, ya nadie te mira con mala cara en la farmacia cuando vas a comprarlo; simplemente, te venden el producto", añade.