Los presidentes de Colombia, México y Venezuela piden a Castro que cambie

Los presidentes del denominado Grupo de los Tres (Colombia, México y Venezuela) se reunieron ayer en un hotel de la isla mexicana de Cozumel, al sureste del país, con un invitado excepcional, de última hora y a modo de sorpresa: el presidente del Consejo de Estado cubano, Fidel Castro. Los tres convocaron a Castro para intentar disuadirle una vez más de su empeño en mantener cerrada la isla ante un posible cambio político.

La reunión de los presidentes de México, Colombia y Venezuela con Castro se extendió también al premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, que fue invitado a última hora cuan do se disponía a viajar a Europa. El presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari aprovechó la presencia en la capital mexicana durante los últimos días de García Márquez para invitarle expresamente a la reunión, dada la amistad personal del escritor colombiano con Castro y con la intención también de que una personalidad independiente como él, sin ningún interés político o económico en las conversaciones, ayude a procurar un diálogo de entendimiento que permita entrar en razón al líder cubano.A excepción del presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, que llegó a Cozumel ayer a las 9 horas (16 hora peninsular española), el resto de los presidentes arribó a la isla la noche anterior. Los presidentes de México y Colombia, Carlos Salinas de Gortari y César Gaviria, mantuvieron esa misma noche un encuentro informal con Castro, del que no trascendió su contenido. Fidel Castro, enfundado en su tradicional uniforme verde oliva, viajó a Cozumel acompañado por el vicepresidente del Consejo de Estado cubano, Carlos Rafael Rodríguez, y por su embajador en la ONU, Ricardo Alarcón.

Gesto hacia EE UU

Los presidentes de los tres intentan animar a Castro para que tienda la mano hacia Estados Unidos, en un gesto que permita conseguir ciertos logros en las relaciones de ambos Estados como los ya alcanzados con la restauración de un vuelo comercial que une semanalmente Miami y La Habana y el fin de las maniobras que hostigamiento de los marines norteamericanos en las inmediaciones de la base naval de Guantanamo.

Ello permitirá, según estas fuentes, poder discutir con argumentos el bloqueo norteamericano que padece la isla desde hace 30 años y que por primera vez el próximo noviembre va a ser debatido en plenario por la Asamblea de Naciones Unidas. Castro, sin embargo, se ha planteado este debate como una posible victoria numérica a favor del régimen comunista en la isla y desde hace unos meses tiene puesta en marcha una campaña diplomática hacia los países más dispares del mundo con objeto de lograr un amplio y holgado respaldo que permita la derrota moral de Estados Unidos.

Cuba, desasistida ya por la URSS, atraviesa momentos dramáticos en su economía, hasta el punto de que se prevé una paralización de la producción nacional para los próximos meses que, según fuentes diplomáticas mexicanas, se perfila en torno al 80%.

Por lo que respecta a las intenciones de Carlos Salinas de Gortari, que comparten sus homólogos venezolano y colombiano, éstas pasan por que Cuba muestre síntomas de caminar hacia un régimen de libertades para lo cual no se pondría ningún límite en el tiempo, a excepción de que el régimen dé pasos consistentes hacia esa voluntad.

En ese punto conicidió el premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez. "Yo le diría [a Fidel Castro] que no se vaya, que haga las aperturas, las reformas que Cuba necesita, que él sabe que necesita y sus amigos reunidos aquí están tratando de ayudar porque es la única manera de encontrar una salida pacífica y conveniente para Cuba y toda América Latina", precisó García Márquez.