Siria, Egipto, Líbano y Jordania intentan tranquilizar a la OLP
Si todo sale como Yasir Arafat espera para colmar sus más mínimas expectativas -algo que se tornaba anoche improbable a juzgar por las súbitas complicaciones que se le están presentando al líder palestino-, los ministros de Exteriores de Siria, Egipto, Líbano, Jordania y de la OLP iniciarán contactos hoy en Damasco para tratar de coordinar una postura común en la conferencia de Madrid. De realizarse, el ejercicio será una concesión para tranquilizar a los palestinos y asegurarles que no habrá pactos separados con Israel que erosionen la posición de la OLP.Arafat había pedido una cumbre árabe, pero parece que tendrá que conformarse con una cita a nivel ministerial. Lo que causaba cierta preocupación, sin embargo, era el hecho de que la idea no ha sido aceptada con el grado de entusiasmo que le habría gustado a la OLP.
De hecho, los anfitriones sirios no parecían empeñados en darle extraordinario realce público al proyecto, quizá para evitar caer en una situación embarazosa en caso de que la reunión no llegara a producirse por falta de tiempo y de coordinación.
Sólido frente árabe
Sin embargo, en un evidente empeño por destacar que la posición del Gobierno sirio no ha cambiado un ápice y que el presidente Hafez el Asad se mantendrá al lado de los palestinos en la conferencia de paz, la prensa oficial de Damasco reiteraba ayer la importancia de llevar a Madrid un sólido frente árabe.
También aprovechó para denunciar la intransigencia y "la política de chantaje" de Israel cómo posible causa de un fracaso que ningún árabe desea.
"Cuando los líderes de Tel Aviv ponen en duda la credibilidad del proceso de paz y amenazan con estropear la conferencia, no hacen sino reiterar que no desean una paz justa, y al hacerlo se ponen frente a la voluntad de la comunidad internacional", escribió el Syria Times.
"Los árabes que respondieron positivamente a los esfuerzos de paz y contribuyeron a garantizar el éxito del plan americano de paz deben trabajar juntos para fortalecer la solidaridad y adoptar posturas comunes contra las agresivas ambiciones sionistas", agregó.
La búsqueda de apoyo internacional llevó ayer a Arafat a París, pero la reacción francesa fue un tanto apagada. El presidente francés, François Mitterrand, dijo que no recibiría a Arafat para evitar que se dé a ese encuentro una dimensión política nociva para el proceso de paz. En una entrevista radiada, el presidente francés dijo que semejante encuentro "podría crear dudas y sospechas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- François Mitterrand
- Hafez el Asad
- Conferencia Madrid 1991
- Yasir Arafat
- OLP
- Declaraciones prensa
- Conferencia paz
- Siria
- Viajes
- Egipto
- Jordania
- Líbano
- Negociaciones paz
- Conflicto árabe-israelí
- Israel
- Territorios palestinos
- Relaciones internacionales
- Proceso paz
- Geopolítica
- Francia
- Madrid
- Ofertas turísticas
- Oriente próximo
- Política exterior
- Comunidad de Madrid