El secretario de Medio Ambiente convenció a Borrell de la inconveniencia del cierre norte del cuarto cinturón

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Vicente Albero Silla, convenció a su ministro, José Borrell, tras una decena de conversaciones, de que el tramo norte de la M40 no es rentable, ni económica ni ecológicamente. En la última charla, Vicente Albero le dijo a Borrell: "Este proyecto no me hace feliz, y si puede evitarse, mejor". El ministro aceptó la sugerencia y fue bastante claro: "Si tiene tantos problemas, va a causar tanto rechazo y es tan caro, no hay que seguir haciéndolo".

Vicente Albero Silla, secretario de Estado para las Políticas del Agua y el Medio Ambiente desde el 3 de mayo, reconoció ayer, en declaraciones a este periódico, que "no es nada a9nclable, para cualquiera que se preocupa de temas medioambientales, que se haga este tramo de carretera", en referencia directa al cierre norte de la M-40 a su paso por el monte de El Pardo.Albero Silla explicó que de lo que se trata ahora, con la paralización del proyecto), es de analizar la situación pausadamente. "Hay varias alternativas posibles, desde no hacer nada, que sería la menos dañina, hasta otros trazados mucho más caros, como el que preveía el paso por la zona totalmente en túnel", explicó el secretario (le Estado. Albero precisó que esta solución no es factible, "porque el presupuesto no está para muchas bromas".

Una tercera alternativa es abrir el monte para que pase la carretera por una trinchera que luego se recubriría.. Esta opción "también sería muy cara y tendría contestación social", afirmó Albero.

El secretario de Estado para el Medio Ambiente indicó que, en la última conversación con el ministro sobre este tema, José Borrell le pregunté: %Va a haber mucho rechazo social?". Albero contestó que sí. El ministro, tras escuchar de labios del propio Albero que la iniciativa tampoco a él le haría feliz, sentenció: "Si tiene tantos problemas técnicos el proyecto, es tan caro y va a provocar rechazo social, no hay que seguir haciéndolo". Albero entendió que la obra quedaba, por el momento, "bloqueada".

Bosque mediterráneo

"Si además de que hay que hacer un esfuerzo económico importante nos metemos ante una obra con un rechazo ecológico notable, habrá que pensárselo muy bien antes de tomar una decisión definitiva", apuntó Albero. "Es obvio que al ministerio le viene mejor no hacerla, incluso económicamente", declaró.

El secretario de Estado se mostró especialmente interesado en explicar lo que denominó "la trastienda de esta decisión". En este sentido, Albero comentó: "Lo que estamos preservando, al salvar el monte de El Pardo, es un bosque mediterráneo, que cada vez hay menos en España".

Albero se preguntó: "¿Por qué no ampliamos el monte de El Pardo, que es único y está al lado de Madrid, hasta. Tres Cantos, en vez de recortarlo?". El secretario de Estado afirmó que tiene la intención de promover desde su departamento, "con dinero del ministerio, que también es el Ministerio de Medio Ambiente una ampliación de El Pardo".

"Supongamos que consiguiera ganar 1.500 hectáreas del mismo monte para el parque nacional, que el coste del proyecto de la M-40 por El Pardo se rebajara sustancialmente y que fuera menos dañino, afectando sólo a unas 10 hectáreas, entonces me lo pensaría", aceptó Albero. El secretario de Estado se pronunció, con esta afirmación, a favor de ampliar El Pardo hacia Tres Cantos, expropiando con dinero del ministerio terrenos próximos al Soto de Viñuelas, "lo que sería más barato que hacer autovías". La inversión, para esta actuación, no superaría en mucho los 1.500 millones de pesetas.

El máximo responsable medioambiental del Ministerio de Obras Públicas insistió en la idea del debate dialéctico con la sociedad, formulada días atrás por el propio ministro José Borrell para paralizar el proyecto. "Esta iniciativa va a provocar una cierta definición social, en la que no sabemos quién va a ganar", aseguró Albero para expresar sus dudas sobre el resultado final.

El secretario de Estado se definió como poco sectorialista, antes de acusar a los miembros que normalmente participan en los debates sociales de "no tener en cuenta los costes que suponen sus reivindicaciones".

"Esencial para España"

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, rechazó ayer, en conferencia de prensa, la posibilidad de un retraso en las obras de la M-40, que consideró "una infraestructura esencial no sólo para Madrid sino para España". El alcalde reiteró su esperanza de que el tramo norte no se vea afectado por los recortes presupuestarios. Álvarez del Manzano recordó que tanto el presidente del Gobierno, Felipe González, como el ministro de Obras Públicas, José Borrell, le habían asegurado en sendas entrevistas que la M-40 se iba a terminar.

Álvarez del Manzano no aceptó tampoco la posibilidad de que el dinero destinado para hacer el tramo norte de la M-40 se invierta en ampliar la red de Metro: "Quiero que se hagan las dos cosas. Quiero que haya metro y que llegue al borde de la M-40". Según el alcalde, hay algo indiscutible: "en Sevilla el Estado ha invertido un billón de pesetas, en Barcelona 900.000 millones y en Madrid se discute si se puede hacer una inversión de 36.000.