Fidel Castro ha defraudado, según cinco ex presidentes latinoamericanos

Fidel Castro ha hecho caso omiso de los alientos democratizadores que le insuflaron los presidentes latinoamericanos, pero ello sólo ha de servir para redoblar los esfuerzos de búsqueda de vías negociadas para la integración cubana en Latinoamérica y rechazar cualquier tentación de intervención violenta en el país caribeño, según cinco ex presidentes latinoamericanos reunidos en Madrid para tratar de las relaciones triangulares Europa-América Latina-Estados Unidos. Los ex presidentes también creen que a Europa le resultará imposible detener la marea de emigrantes del Tercer Mundo.

"Latinoamérica ha hecho mucho por la democratización de Cuba; algunos presidentes, con acciones personales para incentivar el proceso democratizador, pero los resultados [del reciente Congreso del Partido Comunista Cubano] no responden a estas acciones", dice Osvaldo Hurtado, quien presidiera Ecuador de 1981 a 1984. "Condenamos el uso de la fuerza para resolver este problema", agrega José Sarney, presidente brasileño de 1985 a 1990. "Debemos buscar una solución negociada con Cuba para reintegrarla en el sistema latinoamericano. No podemos volver a pagar el precio que ya pagamos en la guerra fría". Hurtado y Sarney hablaban así en una conferencia de prensa realizada ayer, tras concluir la sesión matinal de una serie de Encuentros América Latina-Europa organizados por la Comisión Nacional Quinto Centenario, que versó, a puerta cerrada, sobre las relaciones triangulares entre Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. Participaron también en la sesión Raúl Alfonsín, de Argentina; Belisario Betancur, de Colombia, y Lydia Gueiler, de Bolivia.

Las opiniones del ecuatoriano y el brasileño eran compartidas por los demás -aunque Alfonsín no estuvo presente para ratificarlas- porque, como dijo Betancur, "nosotros fuimos presidentes por elección directa y confiamos en las vías pacíficas" para resolver los conflictos. Sarney fue quien más se extendió en la necesidad de evitar caer en la trampa de la presunta solución drástica. Dijo el ex presidente de Brasil que la crisis de la que ahora trata de salir Latinoamérica tuvo su origen en la vertiente latinoamericana de la guerra fría: "Cuba, con el apoyo de los países socialistas, intentó la desestabilización de Latinoamérica y Estados Unidos incentivó regímenes militares para oponerse. Con el fin de la guerra fría se abrió el camino para los demócratas. No podemos dejar que el problema cubano venga a reabrir lo que está en la base de nuestros problemas".

"Las fuentes de la inseguridad en Latinoamérica están más en lo económico, en lo social y en lo ecológico que en los problemas estratégicos globales", señala Juan Somavía, embajador chileno en las Naciones Unidas, a quien el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, ha encargado organizar una Cumbre Mundial para el Desarrollo Social. "Son problemas oscurecidos por la guerra fría".

El subdesarrollo del Sur y sus consecuencias para el Norte rico comienzan ya a hacerse sentir con el inicio de migraciones abocadas a ser masivas. "Europa puede establecer todas las restricciones que quiera, pero no podrá mantenerlas mientras en África, Asia o Latinoamérica haya miseria", indica Hurtado. "El caso de EE UU es ejemplar: millares de latinoamericanos están burlando los controles. El problema no está en cómo detener las migraciones, sino en cómo resolver el problema económico".