La memoria del Este se paga en dólares

Los terremotos políticos de los últimos años, narrados por sus protagonistas, coparon ayer la atención de la Feria del Libro de Francfort. Markus Misha Wolf, el famoso superespía de la Alemania comunista, recién salido de la cárcel, hizo su primera aparición pública para promocionar su último libro, Por propia orden. La editorial británica Harper Collins anunció la publicación del relato del intento de golpe de Estado en la Unión Soviética, escrito por el propio Mijaíl Gorbachov y titulado The august coup. Y no podía faltar Borís Yeltsin. Su libro Tres días ha sido vendido por más de 100 millones de pesetas.

Misha Wolf, que el día antes había acudido como testigo en el juicio que se sigue en Múnich a su sucesor al frente de los servicios secretos de la antigua RDA, leyó un capítulo de su libro y respondió sin reparos, aunque muy ambiguamente, a todas las preguntas de los allí presentes.Sobre sus peripecias de los últimos 12 meses, que acabaron con su entrega a la policía alemana y la estancia de cinco días en la cárcel, el hombre que fuera la pesadilla de los servicios secretos occidentales y sobre quien John le Carré construyó su personaje de ficción Karla, se limitó a decir: "He atravesado una situación anormal, tras un año de ausencia". Wolf, sin embargo, negó que fuera a escribir novelas de espías, aunque no descartó que tal vez encuentre un autor que pueda aprovechar el material que guarda.

"Fue mi Gólgota"

El capítulo escogido de Im Eigenem Auftrag se centraba en los acontecimientos del 4 de noviembre de 1989, pocos días antes de la caída del muro de Berlín, cuando el propio Wolf fue uno de los oradores de la gran manifestación que tuvo lugar en la Alexanderplatz de Berlín"Aquello fue mi Gólgota", admite en el libro, "hablé porque sentía que pertenecía a los manifestantes".

Sin embargo, a lo largo de la lectura y de las respuestas a las preguntas más variadas, Wolf emergió como inmerso en una mezcla de resignación, culpabilidad y desconcierto. Tan pronto defendía Ios ideales", como atacaba "la corrupción del régimen comunista", como reconocía su colaboración con el mismo. En cierto momento, cuando arreciaba su crítica contra el régimen del que formó parte importantísima, un periodista le preguntó: "¿Se siente usted una víctima del estalinismo?". "Hombre, no, hasta ahí podríamos llegar", contestó Misha Wolf.

Su presencia en Moscú durante el intento de golpe de Estado, el pasado mes de agosto, cuya evolución posterior, paradójicamente, le forzó a abandonar el exilio y a entregarse finalmente a la policía alemana, le sirvió para declararse ferviente admirador de Mijaíl Gorbachov y de la perestroika.

Precisamente el otro personaje del día en Francfort fue el líder soviético. La contratación de Harper Collins del relato del golpe soviético escrito por el propio Gorbachov es sólo la punta del iceberg de un interés que tiene a los dólares y a las editoriales inglesas y norteamericanas como principales protagonistas. Otro tanto ocurre en España, y prueba de ello es la contratación de The august coup por Ediciones B, por la que ha pagado entre cuatro y cinco millones de pesetas.

Fue uno de los principales directivos de Harper Collins, Eddie Bell, quien a primeros de este mes se trajo de Moscú el relato escrito por Gorbachov de las vicisitudes del golpe de agosto. En él, según un portavoz de la editorial británica, "se analizan las causas del golpe y sus consecuencias, y Gorbachov habla con franqueza de sus logros y errores en los años de la perestroika ".

El libro tendrá unas cien páginas, y el capítulo más largo describe los tres días que Gorbachov pasó en Crimea aislado con su familia. La fecha anunciada por Harper Collins para su publicación es el 31 de octubre. Hasta ahora ha sido vendido en 16 países. Ediciones B, según su director, Josep Marla Moya, tiene intención de publicarlo cuanto antes. El mismo jueves, después de contratarlo a través de la agencia de Carmen Balcells, se empezó a buscar inmediatamente un traductor. Posiblemente saldrá a la venta en noviembre.

Los derechos sobre el libro que actualmente escribe el presidente ruso, Borís Yeltsin, titulado provisionalmente Tres días, han sido adquiridos por Andrew Nurnberg Associates a cambio de unos cien millones de pesetas. El libro, que estará terminado en noviembre, saldrá a la venta a primeros de 1992. Editores de más de 25 países se han mostrado ya interesados en su publicación.

De algún modo, el libro político se ha convertido en el protagonista de la feria de Francfort. Hasta ahora, las conferencias de prensa más concurridas han sido las de Wolf y la del alcalde de San Petersburgo, Anatoli Solbchak. Otras interesantes memorias que se anuncian son las del político checoslovaco Alexandr Dubcek, adquiridas por Farrar, Straus y Giroux. Uno de los éxitos del momento en Alemania es el libro de Raísa Gorbachova Yo confío.

De todos modos, comunismos al margen, las memorias de Margaret Thatcher continúan despertando el máximo interés. Según parece, la ex primera ministra ha aparcado el proyecto momentáneamente, pero sus colaboradores saben que tarde o temprano sacará el libro a la calle, y que las cifras para disputarse los derechos serán millonarias. La memoria se paga.