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RECONVERSIÓN EN ASTURIAS

En la entraña del carbón

El cierre ordenado de Hunosa, eterno umbral de la reindustrialización en Asturias

Rioturbio, un poblado minero de 2.000 habitantes en el valle del Caudal. "Cerrarán los pozos y tendremos que marchar, como ocurrió con la fábrica de Mieres cuando Ensidesa se llevó las instalaciones a Avilés", dice Maximina, la dueña de una pequena tienda de comestibles."Hay mucho carbón todavía... y mucha maquinaria empleada en los pozos", comenta un minero entre lacónico y reticente en un bar de la localidad. La población vinculada directamente con la minería no acaba de creerse el cierre de Hunosa, la empresa con mayor nivel de afiIiación sindical de España -superior al 90% entre SOMA-UGT y CC OO-. La fuerte implantación de las centrales sindicales en la minería asturiana es un dato incuestionable sobre el difícil tablero de la reconversión industrial de la región.

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En las cuencas centrales de Asturias se concentran 27 pueblos mineros, extendidos en 11 concejos, con un total de 5.600 viviendas construidas por Hunosa. Un conjunto de pequeñas colonias que se desparraman alrededor de las capitales de concejo, como Mieres en la cuenca del Caudal o Sama de Langreo y La Felguera en la del Nalón, que concentran una población de 200.000 personas vinculadas directa o indirectamente con la actividad extractiva.

El lavadero de Mieres

A la caída de la tarde los edificios de Rioturbio -bloques levantados hace más de 30 años- se esconden tras el cobrizo oscuro de sus fachadas. Es el ocaso de cada día junto al lavadero de Mieres, donde se limpian miles de toneladas de carbón, muy cerca de la central térmica de Hidrocantábrico. El mineral extraído por Hunosa, después de lavado, ofrece una proporción del 51,3% de carbón en estado puro, un índice inferior al de los yacimientos privados como Encasur (80,4%), en Andalucía; la también asturiana Hullas de Coto Cortés (93,4%) y las leonesas Vascolconesa (67,6%), Gaiztarro (65,8%) y Minero Siderúrgica de Ponferrada (81,21/0). En cualquier caso, estas tasas nacionales están superadas por los yacimientos de referencia en el mundo, corno Queensland Australia (100%), BC Canadá (80%) o Transvaal en Suráfrica (75%).

Hulleras del Norte, SA (Hunosa), nació en el periodo 19671970 con la nacionalización de 18 empresas mineras privadas completamente descapitalizadas y con bajísimos rendimientos. Bajo el mandato del entonces titular de Industria, José María López de Letona, el ministerio tomó la decisión de que el INI se hiciera cargo de estas empresas en pérdidas, y desde aquel momento la minería publica asturiana ha costado 980.000 millones de pesetas al erario público por la vía de los Presupuestios Generales del Estado.

Desde 1970, Hunosa ha puesto en funcionamiento varios planes de reestructuración y ajuste para reducir costes y disminuir el alto nivel de pérdidas, que en 1990 alcanzó 60.000 millones de pesetas. El plan de reconversión (1981-1983) y el plan de futuro (1987-1990) son los antecedentes del último programa de ajuste anunciado recientemente -el plan de empresa-, que prevé una reducción, en el periodo 19911993, de- casi 6.000 empleos directos, un tercio de la plantilla actual, cercana a 18.000 trabajadores, mediante bajas incentivadas y jubilaciones y el cierre de 9 de los 23 pozos que explota la empresa minera.

Las centrales sindicales y prácticamente el conjunto de las fuerzas sociales, políticas e institucionales -entre ellas la misma Iglesia por medio del arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán- se han opuesto al nuevo plan de Hunosa. Los sindicatos consideran: "Éste es el primer paso para el cierre de la minería, que se realizará sin compensaciones y significará la desertización de las cuencas".

Las bajas incentivadas propuestas por Hunosa y la aplicación de coeficientes reductores supone en la práctica que muchos mineros podrán jubilarse a los 47 años manteniendo el nivel de rentas. En medios sindicales, esta situacion se entiende como un arma de doble filo, porque si por un lado espolea la combatividad de sus bases, por el otro desata en la plantilla de Hunosa -con el mayor índice de abstención laboral del sector industrial- una auténtica fiebre de jubilaciones que amenaza con reducir seriamente el alto nivel de afiliación.

Hunosa es la principal explotación minera de España con una producción anual de 3,3 millones de toneladas de las que el 97% se extrae en 21 pozos subterráneos situados en las cuencas del Nalón y del Caudal. Las pérdidas de la actividad minera han incrementado de 18.374 millones de pesetas en 1980 a 60.000 millones de pesetas en 1990, soportadas siempre por el INI.

El INI, accionista institucional de la empresa minera, ha presentado este importante, proceso de ajuste para dar cumplimiento a las exigencias de la CE -previstas en los planes de la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA)-, que exige la racionalización de la, minería del carbón y su no dependencia excesiva de las subvenciones estatales. El holding público se propone "reducir las ayudas recibidas por la empresa minera en 6.600 millones de pesetas en tres años", señala Juan Pedro Gomez Jaen, presidente de Hunosa. Con ello situaría el nivel de compensación del déficit de explotación en un máximo de 50.000 millones frente a los 56.300 millones recibidos en 1990 con cargo a los presupuestos y al enjuague directo de pérdidas por parte del INI.

El declive de la cornisa

El Gobierno reconoce como un objetivo principal la necesidad de integrar esfuerzos para frenar el declive de la cornisa cantábrica y en especial de Asturias. Algunos aspectos industriales como la fusión Ensidesa-Altos Hornos de Vizcaya juegan a favor de esta Integración, mientras que otros de carácter infraestructura, como el retraso en la construcción de la autovía de] Cantábrico o la escasa utilidad de la variante ferroviaria de Pajares, resumen aspectos negativos.

Los intentos frustrados de crear el eje Gijón-Bilbao o la escasa infraestuctura viaria en el llamado triángulo central asturiano -Oviedo, Avilés, Gijón- expresan la desvertebración de un espacio económico que se va solapando sobre las cuencas en declíve y los restos del pasado, como la tradicional carretera carbonera (Langreo-Gijón), creada hace más de un siglo por Alejandro Aguado, marqués de las Marismas.

La Asturias de la primera industrialización, la de los Antonio Elorza primeras fábricas de armas- Policarpio Herrero Banco Herrero , Luis de Adoro-La Unión Hullera-, Claudio López, marqués de Comillas - Ferrocarriles del Norte-, José Tartiere-Santa Bárbara- o Pedro Duro Duro Felguera- , sufrió un proceso de atornizacíón para luego concentrar swi centros productivos en manos del Estado por medio de nacionalizaciones que se han ido sucediendo a lo largo de los últiinos 50 años. Hoy, las pérdidas del sector público se han convertido en el principal obstáculo para el desarrollo de la región creando una situación que choca ahora con la política de austeriJad presupuestarla diseñada por la Administración y exigida por a propia CE.

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