Castro dejará salir de Cuba a los mayores de 20 años
AGENCIAS, Todos los cubanos con más de 20 años de edad podrán viajar al extranjero siempre y cuando tengan un visado válido para cualquier otro país, informó el lunes la agencia Prensa Latina citando fuentes del Ministerio de Exteriores. La medida se produce cuando la crisis económica amenaza con ahogar a la isla caribeña y cuando EE UU -objetivo número uno de la emigración cubana- ha decidido "congelar temporalmente" la concesión de visados a los habitantes de la isla. En La Habana, mientras, se ha producido un hecho insólito: miles de estadounidenses que han viajado a Cuba para asistir a los Juegos Panamericanos caminan distendidos por sus calles como antes de la revolución que llevó al poder a Fidel Castro en 1959.
El Gobierno cubano redujo ya este mismo año la edad de salida al exterior de sus ciudadanos. De los 50 años exigidos en 1990 para poder viajar a visitar a unos parientes o a disfrutar de unas vacaciones se permitía ahora salir a los hombres de edad superior a los 35 y a las mujeres con más de 30 años.La medida trata, sin duda, de calmar los ánimos de la población en un país donde falta casi de todo y de tener algo más que repartir para quienes opten por permanecer en Cuba. La decisión del Gobierno. norteamericano, por el contrario, está encaminada a impedir cualquier respiro al régimen de Fidel Castro.
Fuentes del Departamento de Estado norteamericano señalan que están elaborando una norma para reducir el preclio del visado en Cuba, ya que se paga en dólares y el Gobierno de La Habana se beneficia de estas cantidades. En la sección de intereses estadounidenses en Cuba se esperaba que este año solicitaran el visado para viajar a Estados Unidos unos 100.000 cubanos.
36.000 visados
Desde noviembre pasado, EE UU ha concedido 36.000 visados temporales -el triple que el año pasado- a cubanos deseosos de visitar a su familia. De ellos, al menos uno de cada, tres se convierte en un inmigrante ilegal. Funcionarios del Servicio de Inmigración y Naturalización aseguran que aunque en los últimos meses ha aumentado el número de cubanos que intentan, a bordo de una balsa, llegar a las costas de Florida, son muchos más los que entran con visado de turista y no vuelven a salir. Cuba ha encontrado en los Juegos Panamericanos un perfecto vehículo de reafirmación nacional ante Estados Unidos, país contra el que no se enfrentaba deportivamente desde la cita olímpica de Montreal 76. Consumidas tres jornadas, Cuba domina en la competición, con 26 medallas de oro. Estados Unidos sólo posee cinco y, por primera vez en los 40 años de historia de los Panamericanos, podría perder su supremacía en el cómputo final del medallero.
Fidel Castro está encantado con este triunfo, mientras los norteamericanos de a pie señalan que nunca la acogida cubana ha sido tan calurosa. "El deporte ayuda a acercar a hombres y mujeres y a sus países", afirmó el presidente en lo que parece el inicio de la diplomacia del pimpón, que tanto éxito tuvo en la era del presidente Richard Nixon con China.
De hecho, en los 32 años que Fidel Castro lleva al frente de la isla caribeña, ésta es la primera vez que más de 3.000 estadounidenses coinciden en las calles de La Habana. Los medios de comunicación social, conscientes de esta novedad, han evitado los numerosos ataques que a diario vierten contra la política de Washington.
Ni en Estados Unidos ni en Cuba se cree quie las nuevas medidas puedan provocar una nueva avalancha de refugiados como la que en 1980 salió de Mariel, cuando 129.000 cubanos huyeron sin que el Gobierno tratara de impedirlo, a través de ese puerto, hacia EE UU. Muchos de ellos fueron sacados de las cárceles o de sanatorios siquiátricos y colocados en los barcos hacia Miami. A pesar de ello, el Departamento de Defensa tiene planes para ejecutar un bloqueo naval si hay una nueva avalancha como la que puso en dificultades al Gobierno de James Carter y provocó un peligroso enfrentamiento entre La Habana y Washington.
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