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FERIA DE VITORIA

Desastre de Litri, al que le echaron un toro al corral

Cuatro besos como cuatro soles recibió Enrique Ponce en premio a su brillante actuación en el coso alavés. Procedieron de la guapa vitoriana que ejerce en esta plaza el oficio de alguacililla. Una alguacililla con todas las de la ley. No una amazona vestida de corto, como se frecuenta en muchos pueblos de Castilla o Andalucía. Investida de la autoridad que le otorga el reglamento, lucía con especial garbo el negro ropaje de la época de Felipe IV. Como en dos ocasiones hizo entrega a Ponce de una oreja, el valenciano recibió,además el premio de los dos besos de la agraciada alguacililla. Esos dos toros fueron la cara de la Fiesta, donde además se hizo presente la bulliciosa alegría de las peñas.La cruz la llevó el Litri, quien tuvo que escuchar los tres avisos, y retirarse entre barreras sin dar muerte a su segundo enemigo. Aquí también las peñas fueron activas pero el bullicio alegre se trocó en bronca sonora y lluvia de almohadillas. Era el cuarto, un toro encastado que pedía una muleta poderosa que lo domeñara. La muleta de Litri sólo sirvió para poner de relieve que le sobraba toro por doquier. Después, con el acero, la indecisión le jugó una mala pasada. Alternó varias veces el estoque con el verduguillo, y esa errática decisión contribuyó al desastre. En el primero, un inválido, anduvo aseado en la labor de enfermero, pero sin quietud ni temple.

Cobaleda / Litri, Camino, Ponce

Toros de Sánchez Cobaleda, bien presentados, blandos y de desigual juego. Litri: estocada ligeramente caída y descabello (silencia); estocada caída, descabello, media -primer aviso-, dos descabellos, tres pinchazos -segundo aviso-, estocada, dos descabellos -tercer aviso- y el toro es devuelto al corral (bronca); salió escoltado por la polícia, bajo lluvia de almohadillas y otros objetos. Rafael Camino: bajonazo (algunos pitos); estocada tendida (ovación). Enrique Ponce: estocada caída (oreja); estocada caída (oreja); salió a hombros.Plaza de Vitoria, 5 de agosto. Primera corrida de la Feria de la Virgen Blanca. Tres cuartos de entrada.

Enrique Ponce tuvo una tarde plena de aciertos. La variedad de su primera faena fue lo más descollante. Improvisa muy inspirado en la cara del toro, y procura -y muchas veces lo consiguetorear con pureza. Si su primero fue noble, no lo era, en absoluto, el segundo. La embestida no fue franca y pecó de pegajosa. Estuvo muy valiente en una faena con muletazos de desigual factura, pero muy por encima de lo que se merecía su enemigo.

Rafael Camino tropezó en primer lugar con un toro descastado que embestía al paso, y es comprensible que no pudiera estarse quieto. Al quinto, un mansurrón manejable, le hizo una faena bullidora, con muy poco sosiego y menos temple.

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