El 'informe Abril' sugiere un sistema de financiación de la sanidad que implica la desaparición del Insalud
La reforma sanitaria que recomienda la comisión Abril en su informe, prácticamente ultimado, supone cambios radicales en el sistema de financiación de la sanidad pública. Del actual sistema mixto, Presupuestos del Estado y cuotas de la Seguridad Social, podrían desaparecer estas últimas. Esto implicaría, según los especialistas consultados, la desaparición del Insalud como entidad gestora de la asistencia sanitaria. Ese organismo público pasaría entonces a competir en el mercado de la salud con las compañías privadas.
Los cambios que aconsejan los expertos introducir en la gestión de la asistencia sanitaria se sustentan todos ellos en el convencimiento de que el actual sistema es ineficiente, no garantiza totalmente la calidad de la asistencia, y la partida del presuputo que España destinada a Sanidad no puede aumentar substancialmente en los próximos años.
Sobre estas coordenadas de base, los expertos consideran que el aciual modelo de financiación es inadecuado, tanto porque arrastra una cifra elevada de deficit -las estimaciones oficiales la situan en 700.000 millones de pesetas-, como porque el ciudadano no es consciente de los gastos. "Si la financiación se realiza a través de las cuotas de la Seguridad Social, el mecanismo que se produce cuando sube el gasto es que de forma automática suben también las cuotas. Pero los usuarios de los servicios sanitarios no perciven esa subida y creemos", señalan, "que es necesario introducir ese factor".
Pero los especialistas en gestión sanitaria discrepan sobre las medidas que deben arbitrase para ello, aunque se apunta que la participación directa del usuario en el coste del servicio mediante el denominado tiket moderador. Este se perfila como la solución por la que va a optar finalmente,el informe de la comisión.
Las dudas sobre la conveniencia de esa medida se han vivido también en el seno de esta Comisión Abril, Algunos expertos cercanos a ella señalan que en esta se ha barajado como alternativa la denominada "factura sombra". Consistente en que aquellas personas que requieren algún servicio sanitario, especialmente en el caso de la atención especializada que se presta en los hospitales, reciben antes de abandonar el centro un factura en la que costa el precio detallado de los servicios que ha recibido. Pero este sistema se considera poco eficaz.
Nuevo impuesto
Cierto es que los detactrores del titek moderador otorgan a éste el mismo calificativo, considerándole tan sólo un nuevo impuesto. "El tiket moderador- no ha actuado en ningún país que lo tiene en vigor como moderador del gasto y propicia la injusticia social. Sí llega a instaurarse, actuará de hecho como un nueva tasa. Un impuesto directo sobre la sanidad", según manifestaba Francisco Ortega, el nuevo secretario general de Salud Pública, en una mesa redonda sobre defensa de la sanidad pública. Sería contrario, además, a las principales conclusiones de una encuesta elaborada por el especialista británico Robert Bendol por encargo de la comisión Abril.
Según este estudio, que compara la asistencia sanitaria de los 11 países más desarrollados, el 77% de los españoles son partidarios de una reforma de la sanidad y reclaman al gobiemo que gaste más dinero en ese capítulo, pero el 91% considera que los fondos se deben sacar de otros programas gubernamentales. Sólo un 7% es favorable a que se creen nuevos impuestos.
A la impopularidad de esa medidad hay que unir las diricultades prácticas -de "cambio de caja", señalan- que implicaría el nuevo modelo de financiación. Estas ya se vivieron hace tres años cuando el equipo de García Vargas cambió el sistema de financiación, pasando a ser mayoritaría la aportación vía presupuestos del Estados. Actualmente, las cuotas de la Seguridad Social representan el 30% de los 2,1 billones aprobados para 1991.
En lo que no hay disparidad de criterios, en cambio, es en la necesidad de modificar el actual sistema de conciertos. El cambio consistirá en abonar una cantidad por cada "proceso" clínico que se atienda, en lugar de por cada día que esté ocupada la cama por los enfermos, como se hace actualmente. Altos cargos de sanidad. consideran que "el pago por estancia" es un sistema perverso.
La mala política de conciertos que ha realizado la Administración es reconocida, incluso, por responsables del Insalud, situando al borde de la quiebra a numerosas clínicas. De cara a la nueva situación, la delegación territorial del. Insalud en Madrid tiene elaborada ya una estimación de lo que cuesta atender patologías tan diferentes como intervención de cataratas, varices o vesícula. Esas tarifas podrían ser aplicables en el propio Insalud si la asistencia que presta este organismo compite en el mercado de la asistencia sanitaria de modo similar a como lo hacen actualmente las compañías privadas.
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