Vino, cava, tabaco y gasolina

La presidencia luxemburguesa ha logrado desbloquear en tres meses la armonización de los impuestos especiales, que son aquéllos que añaden un gravamen adicional a productos de consumo que ya han sido gravados por el IVA. Sobre un batiburrillo de propuestas y contrapropuestas, la situación se resolvió la semana pasada con un acuerdo para que a partir de 1993 los 12 países de la CE tengan una fiscalidad común sobre gasolina, gasóleo, fuel, vino, cava, champán, cerveza, tabaco y alcohol.Para los hidrocarburos, la gasolina sin plomo tendrá un impuesto de 287 ecus por cada 1.000 kilos de producto. Por motivos ecológicos, la gasolina sin plomo queda gravada con 50 ecus más que la con plomo.

El criterio básico del acuerdo es que esta sobrecarga fiscal es un mínimo que se ha de cumplir y deberá aplicarse en toda la Comunidad a partir de 1993. Unilateralmente, todo país miembro puede situar su tasa por encima de estos mínimos, pero nunca por debajo. El objetivo es alcanzar un techo mucho más alto. Según las propuestas de la Comisión, se fija un techo máximo, aunque sin fecha fija, para gravar con 445 ecus la gasolina sin plomo y con 495 ecus la con plomo.

Para el gasóleo de vehículos el impuesto será de 245 ecus por cada 1.000 litros. Queda excluido el gasóleo para uso agrícola. El diputado Joan Colom afirma que el tema del gasóleo para uso agrícola entra dentro de la órbita de las negociaciones de la Política Agrícola Común (PAC). Para el gasóleo de calefacción y fuel pesado, la propuesta de acuerdo de la Comisión, pendiente de firma, fija unos impuestos de 1 y 16 ecus por cada 1.000 kilos.

Mínimos y máximos

El acuerdo no ha sido fácil, pero al final se ha logrado en menos de un mes. El cuadro que se recoge arriba muestra las posturas divergentes que existían hasta primeros de junio en el seno de la Comisión y en el propio consejo luxemburgués sobre la fiscalidad de los impuestos especiales o accisas en la jerga comunitaria. Nadie puede situarse por encima de esta tasa objetiva.

Para España, las accisas acordadas situan la presión fiscal sobre la gasolina en las mismas coordenadas que hoy soporta este combustible.

Los tabacos quedarán gravados en un 57%, aunque se permite a España aplicar tipos más bajos para el tabaco canarío, según afirma el jefe de gabinete de la comisaria Scrivener. Para la cerveza, los ministros de Economía de los Doce han aprobado un recargo de 1,87 ecus por grado alcohólico de producto. Esto quiere decir, según el diputado comunitario español, Carles Gasóliba, que hay que multiplicar por 1,87 ecus cada grado alcohólico que contenga la cerveza.

Con los vinos, se ha producido un acuerdo sorpresa para los llamados tranquilos y los espumosos (cava y champán). El acuerdo es enteramente satisfactorio para los intereses españoles porque vino y cava quedan fuera de toda tributación especial.

Fuentes del sector del cava han acogido satisfactoriamente este acuerdo, que ha cogido por sorpresa al sector teniendo en cuenta que en las distintas propuestas de la Comisión y la propia presidencia luxemburguesa estaba previsto un gravámen de 16,5 ecus por hectolitro de cava y champán.

Con todo, el jefe de gabinete de la comisarla Serivener recuerda que el acuerdo sobre el cava y champán es aún provisional y queda supeditado a conocer los resultados de un estudio sobre la implantación de un sistema para controlar el fraude en este sector.