El sida impedirá el desarrollo de África, según los expertos

El sida está poniendo en peligro el modelo de desarrollo económico que siguen la mayor parte de los países de África y amenaza con sumirlos definitivamente en la pobreza porque el virus está mermando la franja productiva de la población, según se dijo ayer en el VII Congreso Mundial del Sida que se celebra en Florencia (Italia).Hasta ahora se había hablado de los graves efectos que el sida tenía en los países industrializados y se medía en términos de pérdida de vidas y en coste sanitario. Pero ahora que está emergiendo la verdadera dimensión de la epidemia fuera del reducto europeo y norteamericano, las consecuencias se miden por otros parámetros, entre ellos el económico y el demográfico.

Un millón de niños huérfanos en África es uno de los indicadores de la catástrofe en ciernes. El panorama que describieron Maravillous Mhloyi de la Universidad de Zimbabue y Máxima Ankrah, de la Universidad de Kempala (Uganda), la epidemia avanza de tal modo que si no se adoptan medidas internacionales urgentes, en menos de 10 años habrá doblado la mortalidad de los países afectados y la franja de población de entre 25 y 40 años quedará seriamente dañada en un continente cuya esperanza de vida al nacer no rebasa en estos momentos los 52 años.

La epidemia coincide además con una recesión económica provocada por la caída de los precios de las materias primas que producen estos países, de modo que los escasos y depauperados recursos sociales y sanitarios que con mucho esfuerzo habían construido en las últimas décadas están siendo rápidamente y dramáticamente desbordados. "Cada vez son más los niños que viven en la calle sin nadie que se ocupe de ellos", dijo Máxima Ankirah.

Mientras Fred Hellinger cifraba en casi tres millones de pesetas al año el coste por paciente de sida en Estados Unidos, Lars Olof Kallins, de la Oraganización Mundial de la Salud (OMS), recordaba que en el África subsahariana el gasto sanitario anual por persona es de 350 pesetas.

Pero el sida, según Ankrah, se está convirtiendo también en una epidemia de clases en los países ricos, porque a quien más afecta es a las capas de población más pobres y marginadas. Tampoco el enfermo del sida del Bronx en Nueva York tiene muchas posibilidades de ser atendido sanitariamente, ya que, según reconoció Hellinger en conferencia de prensa, sólo una cuarta parte de los infectados por el sida en Estados Unidos reciben en este momento asistencia médica.

Opción de Barcelona

Cuando la polémica se encuentra en su punto más álgido una delegación de médicos e investigadores españoles han propuesto a la ciudad de Barcelona como sede del congreso en 1996. La candidatura, cuyo secretario es Ramón María Soriano, pretende hacer coincidir en esta ciudad el IV Congreso Mundial de Enfermedades de Transmisión Sexual previsto en Barcelona en 1996, con el congreso del sida. El equipo promotor ha solicitado al investigador Rafael Nájera que encabece la candidatura y éste lo ha aceptado. Parece probable, sin embargo, que el próxmo congreso previsto en Boston (EE UU) no se celebre y hay, partidarios de que el congreso se reúna cada dos años en Iugar de cada año.