_
_
_
_

Los países balleneros buscan la suspensión de la moratoria sobre la caza de cetáceos

La Comisión Ballenera Internacional (IWC), formada por 36 países incluida España, discute a partir de hoy en Reykjavik (Islandia) la prórroga de la prohibición de la captura de ballenas en todo el mundo. Noruega, Japón e Islandia, países con fuerte economía ballenera, quieren que finalice la moratoria, en vigor desde hace cinco años, argumentando que la población de cetáceos en los océanos ya se ha recuperado.

Por su parte, las asociaciones ecologistas Greenpeace y World Wild Fund (WWF) quieren que la prohibición se mantenga indefinidamente y denuncian la caza de 14.000 ballenas con "fines científicos" injustificables según ellos, durante la moratoria vigente. "La población de ballenas diezmada durante este siglo es uno de los más detestables ejemplos del abuso de la naturaleza por parte de la humanidad", ha dicho en Londres James Martin Jones, del WWF.La prohibición internacional de la caza de ballenas con fines comerciales se acordó en 1982, pero no se aplicó hasta 1986, con la intención de revisarla cinco años después. En la reunión de la IWC celebrada el año pasado en Holanda, se retrasó la decisión al respecto hasta 1991 porque no se habían completado aún las evaluaciones del número de cetáceos existente. Durante el periodo de vigencia Noruega, Japón e Islandia han continuado sus capturas con fines científicos.

También la URSS

Islandia suspendió en 1989 el programa científico con que justificaba la captura de ballenas, pero tiene intención de reanudarlo y cazar 300 ejemplares este año. Japón ha matado durante la moratoria más de 300 ballenas al año, también con fines de investigación pero, según ha denunciado Greenpeace, la carne de los cetáceos acaba en el mercado y alcanza un valor total de 1.300 millones de pesetas anuales.Noruega ha capturado en la última temporada cinco ballenas y pretende reactivar de nuevo la caza en 1992 hasta una cuota de 400 ejemplares en cuatro años. También la URSS, cuya intensa economía ballenera se vio muy afectada por la moratoria, intenta ahora seguir los pasos de los otros tres países.

La IWC ha estimado que la población de ballenas mink en el Atlántico norte se sitúa actualmente entre 74.000 y 145.000 y la del Antártico en torno a las 760.000. Sin embargo, para la WWF aún no se puede determinar si las poblaciones de cetáceos se han recuperado de las matanzas masivas realizadas durante décadas. La WWF ha denunciado también los crueles métodos de los balleneros, cuyo arsenal incluye arpones explosivos y descargas eléctricas que dilatan la agonía de los animales durante más, de media hora. Si se decide reanudar la pesca comercial, IWC baraja la posibilidad de imponer alguna forma de vigilancia científica en las flotas balleneras para comprobar el número de capturas y los métodos utilizados.

En 1985, año anterior a la entrada en vigor de la moratoria, se cazaron 8.127 ballenas de diferentes especies por flotas de siete países (Japón, Noruega, Islandia, Brasil, Corea del Sur, URSS y España). De ese total, unas 240 correspondieron a la pesca de poblaciones nativas de Alaska, Siberia y Groenlandia. La regulación de esta captura es uno de los puntos incluidos en la agenda de la reunión de Reykjavik. También se discutirá la posible prohibición de las capturas de pequeños cetáceos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_