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Gorbachov y Yeltsin se enfrentan hoy en el parlamento ruso y en las calles de Moscú

Pilar Bonet

La dirección soviética, personificada en Mijaíl Gorbachov, y la dirección rusa, personificada en Borís Yeltsin, están más alejadas y enfrentadas que nunca hoy, cuando se inaugura el Congreso de los Diputados de la Federación Rusa (superparlamento de la mayor república soviética) en un ambiente de gran tensión social y deterioro económico.

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El viceprimer ministro de la URSS, Guenari Guenáiev acompañado por altos cargos de la Administración, se reunió ayer tarde con una comisión de los organizadores de la manifestación encabezada por Yurie Afanásiev. Guenáiev advirtió a los manifestantes que los actos convocados para hoy, son ilegales y que serían responsables de los hechos que pudieran suceder.La sesión extraordinaria del Congreso fue convocada por los adversarios del presidente del Sóviet Supremo de Rusia, Borís Yeltsin, para pedirle cuentas de su gestión y proceder a su defenestramiento si la correlación de fuerzas entre los más de mil diputados les fuera favorable.

Entre la decisión de convocar el Congreso y el día de hoy, sin embargo, han tenido lugar dos referendos que, lejos de convencer a la dirección rusa y a la dirección soviética de la necesidad de llegar a un acuerdo para remontar la crisis, han agudizado el enfrentamiento entre los dos políticos claves de la escena soviética. La lucha por el poder entre ambos pasa hoy por la definición de las competencias del centro y la concepción del Estado.

El presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, ha interpretado los resultados del referéndum sobre el futuro del Estado como una confirmación de que la mayoría del país quiere continuar bajo la casa común soviética. El referéndum, donde efectivamente la mayoría de los soviéticos apoyó la pregunta del Kremlin, no resolvía las características que la "federación renovada" debe poseer ni tampoco el futuro de las seis repúblicas que rechazaron el plebiscito.

Mientras, Borís Yeltsin salió reforzado por el plebiscito en el que la mayoría de los ciudadanos de la Federación Rusa se pronunciaron a favor de la introducción de la institución presidencial en Rusia, lo que permitiría a Yeltsin legitimar su posesión por sufragio universal y liberarse de las imposiciones de un Parlamento donde la correlación de fuerzas no siempre le es favorable. Yeltsin fue elegido por una mayoría de cuatro votos y tras varias votaciones en el Congreso de los Diputados de Rusia el pasado mayo.

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Proyectos frenados

Prácticamente ninguno de los proyectos anunciados por el líder ruso se ha realizado en la práctica. Los dirigentes rusos manifiestan constantemente que su acción es bloqueada por el centro (el Kremlin). Al margen de esta realidad, formalizada en sucesivos decretos del presidente Gorbachov, economistas simpatizantes de Yeltsin opinan que éste hubiera podido hacer mas de lo que ha hecho si hubiera sido más competente y no hubiera estado tan absorbido por su rivalidad personal con Gorbachov.

Ni Yeltsin ni Gorbachov han escatimado medios en la batalla política que les enfrenta tras varios intentos frustrados de llegar a un acuerdo. En una entrevista televisada el martes por la noche, Gorbachov manifestó que las constantes acusaciones contra el centro formuladas por algunos dirigentes de Rusia son la prueba de que-notodos están Ínteresados en mantener la Unión como una federación renovada de repúblicas soberanas". Gorbachov recordó que la mayoría de los habitantes de Rusia habían demostrado ser partidarios de esta idea en el referéndum.

Valorando su gestión de los seis años de la perestroika, Gorbachov afirmó que repetiría la opción hecha en 1985. Sin embargo, dijo que intentaría evitar errores tácticos cometidos. La renuncia a aquello que funciona sin haber creado nuevas y eficaces formas de vida y mecanismos de acción fue uno de los errores mencionados por Gorbachov.

La tensión que rodea el Congreso se ve incrementada por las irreconciliables posturas adoptadas por Gorbachov y la dirección rusa en lo que se refiere al mitin en apoyo de Borís Yeltsin convocado para hoy junto al Kremlin. Otro elemento de tensión son las huelgas del sector minero. En el horizonte amenaza la subida de los precios de los productos de consumo básico prevista para el 2 de abril.

Gorbachov anunció el martes que el Gobierno de la URSS presentará en abril un programa anticrisis al Parlamento. Yeltsin debe presentar ante el Congreso de los Diputados de Rusia su programa económico.

En el orden del día del Congreso figuran las modificaciones constitucionales para introducir el puesto de presidente, la actitud ante el Tratado de la Unión propuesto por el Kremlin y la discusión del Tratado Federativo que debe regular las relaciones en el interior de la Federación Rusa.

Los conservadores tratarán de bloquear las modificaciones constitucionales para evitar que se plantee la elección presidencial en Rusia. Las modificaciones constitucionales prevén un puesto de presedente al que se subordina el gabinete ministerial. Según esta propuesta, el presidente puede convocar referendos. Otra concepción, más de compromiso, prevé que el gabinete ministerial sea responsable ante el Parlamento.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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