Fujimori no acepta la dimisión del ministro de Salud de Perú
El presidente de Perú, Alberto Fujimori, logró que no se consumara la renuncia del ministro de Salud, Carlos Vidal Layseca, a pesar de haber trascendido públicamente la dimisión de su cargo.
Fujimori evitó así la crisis política que hubiera supuesto la salida del ministro en medio de un rebrote de la epidemia de cólera tanto en los lugares previamente afectados como en nuevos ámbitos en varias provincias de la cordillera andina, especialmente en el departamento norteño de Cajamarca. La epidemia se ha cobrado hasta ahora más de 400 vidas humanas y existen más de 70.000 afectados.
La renuncia de Vidal Layseca -que había sido presentada hace varias semanas, después de los primeros choques con el presidente y alguno de sus ministros respecto a las medidas sanitarias para contener el cólera- fue anunciada como un hecho el viernes pasado por funcionarios de confianza del ministro. Esto fue confirmado por fuentes oficiosas de palacio de Gobierno. Algunas agencias de noticias -y este corresponsal también- transmitieron la noticia como un hecho.
Sin embargo en la tarde del viernes en la provincia norteña de Chancay, el presidente Fujimori dijo que no tenía nada concreto sobre la renuncia de Vidal Layseca. Fujimori añadió que estaba estudiando la posibilidad de la renuncia, y que todos sus ministros gozarían de su confianza tanto dentro como fuera del Gabinete.
Horas más tarde un desprevenido ministro Vídal Layseca declaró a la prensa local tras conocer las declaraciones del presidente: "si él lo dice, así será". Con lo cual, por lo menos durante el fina de semana, continuará el mismo ministro de Salud; a menos, quizá, que el presidente decida preparar y comer cebiche -el pescado y mariscos crudos marinados en limón- en público nuevamente.
Pesimismo
En los aspectos más sustantivos de la lucha contra el avance de la, epidemia las noticias son menos optimistas. Mientras que persiste la epidemia y se registran nuevos casos en las poblaciones costeras el avance más rápido de nuevos casos se está dando en el departamento de la sierra norte de Cajamarca, donde lo abrupto de la geografía y la escasa infraestructura de salud pública hacen muy difícil prestar atención elemental a los nuevos casos.El viernes el embajador de Estados Unidos, Antonny Quainton, llevó a Cajamarca un cargamento de medicinas donadas por el Gobierno estadounidense. Durante la entrega los médicos del área de Salud Pública en Cajamarca describieron una situación de carencias extremas agravada por la dificultad de llegar a algunas provincias sobre las que se cierne la amenaza de los ataques de los guerrilleros de Sendero Luminoso.
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