Baker se entrevista en Israel con palestinos
James Baker fue acogido a mediodía de ayer en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv con una gran alfombra roja y la mejor de las sonrisas del ministro israelí de Exteriores, David Levy. El secretario de Estado de EE UU tiene previsto reunirse hoy con representantes palestinos en los territorios ocupados. La llegada de Baker estuvo enmarcada por la entrada ilegal en el país de seis árabes armados, que fueron abatidos por fuerzas del Ejército de Israel, y por la muerte de dos soldados israelíes; otros dos resultaron heridos al ser atropellados por un camionero palestino en la zona de Gaza.
Los síntomas de simpatía israelí ante la visita de Baker son engañosos, porque sus conversaciones serán difíciles. Baker se reunirá hoy en Jerusalén con representantes palestinos de los territorios ocupados, una vez que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) dio el visto bueno y así lo comunicó ayer en Túnez por medio de un telegrama de la agencia de prensa oficial palestina, Wafa.En Jerusalén se dijo en su momento que Israel estaba dispuesto a tener "gestos de buena voluntad" siempre y cuando Baker presentara "ciertas aperturas de los árabes" hacia el Estado judío. Ahora se ha sabido que mientras Baker viajaba en avión de Riad a El Cairo decidió no pedir nada a los árabes hasta no saber hasta dónde está dispuesto a llegar Israel frente a árabes y palestinos. Baker quiere saber la opinión israelí sobre la tesis formulada por el presidente Bush, según la cual todo arreglo del conflicto árabe-israelí debe basarse en la Resolución 242 de la ONU, sobre el principio de paz, a cambio de los territorios ocupados en 1967. Todos los árabes lo han aprobado, y la OLP habló de "paso en la buena dirección".
El embrollo de Shamir
El primer ministro, Isaac Shamir, se encuentra metido en un buen embrollo, porque para nadie es un secreto que no quiere hacer ninguna concesión territorial, ni siquiera a cambio de un tratado de paz, e insiste que la única iniciativa válida es la israelí de mayo de 1989, basada en los acuerdos de Camp David con Egipto. Tales acuerdos dicen estar fundamentados en las resoluciones 242 y 338 de la ONU.Para justificar el rechazo a las concesiones territoriales, Israel no invoca los derechos bíblicos sobre esta tierra, sino la necesidad de asegurarse unas fronteras seguras.
La infiltración, en la mañana de ayer, de seis presuntos guerrilleros árabes a través de la línea de alto el fuego jordano- israelí, en el valle del Jordán, armados, según fuentes militares, con granadas y Kaláshnikov -los seis fueron abatidos por soldados israelíes-será evocada en las negociaciones con Baker para señalar el peligro que corren las ciudades costeras israelíes, muy pobladas, si la nueva frontera fuese el río Jordán.
Las ciudades cercanas a donde se infiltraron los árabes están a un cuarto de hora en automóvil de la costa mediterránea. Baker, por su parte, condenó el asesinato de cuatro mujeres israelíes cometido el domingo por un palestino en Jerusalén afirmando que "se trata de una tentativa de asesinar la paz, y eso nos determina de entrada a trabajar tan duramente como haga falta para obtener la paz entre árabes e israelíes". Hoy, después de entrevistarse con Shamir y Levy, Baker recorrerá en helicóptero la frontera cisjordana para comprobar por sí mismo la estrechez de la franja y la vulnerabilidad del territorio israelí antes de 1967, tesis del Gobierno Shamir. Diez personalidades palestinas de los territorios ocupados, entre las que se encuentran el alcalde de Belén, Elías Freij, el líder moderado Faisal Huseini, la sindicalista Zahira Kamal, dos profesores de universidad, forman la delegación que hablará con Baker. El diplomático norteamericano afirmó en El Cairo que su entrevista con los palestinos "no es una reanudación del diálogo con la OLP".
Francia propondrá una cumbre de la Comunidad Europea sobre la posguerra, según explicó Roland Dumas, ministro de Exteriores de Franela, a Le Monde.
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