La oposición busca una alternativa a Sadam
La amalgama de rigoristas islámicos suníes y shiíes, kurdos, comunistas, nacionalistas árabes, disidentes del régimen e incluso liberales pro occidentales constituye una alianza improbable. Aun así, el congreso de la oposición iraquí que ayer se inauguró en Beirut confía en reforzar la revuelta contra el régimen de Sadam Husein y formar un nuevo Gobierno en Bagdad. La Cruz Roja Internacional, por su parte, informó ayer que la primera repatriación de 500 de los 60.000 prisioneros iraquíes se había demorado "por razones de seguridad" y agregó que la revuelta contra Sadam Husein puede retrasar esa repatriación.
"Hoy son las fuerzas de la oposición las verdaderas representantes del pueblo iraquí y rogamos a los Estados de todo el mundo que las reconozcan como tales", afirmó poco antes del comienzo de la reunión el ayatolá Mohamed Tagui Mudarresi, jefe de la Organización de Acción Islámica (OAI). Mudarresi, que propugna que se retire el reconocimiento Internacional al régimen de Sadam, pidió también al Consejo de Seguridad de la ONU "que examine la situación interior de Irak, ante le riesgo de utilización de armas de destrucción masiva contra el pueblo".La OAI es uno de la veintena de grupos que participan en esta segunda conferencia global de la oposición, la mayor celebrada hasta ahora. En la tribuna que presidía la apertura de la sesión, además de Mudarresi, estaban presentes Mohamed Yalal Talabani, presidente de la Unión Patriótica del Kurdistán iraquí (UPK), y Mohamed Aziz, jefe del partido comunista de Irak. Estas tres figuras simbolizan de alguna forma las tres principales corrientes que integran la oposición: rigoristas musulmanes, kurdos y laicos de diversas tendencias.
Los islamistas, con 80 representantes en el congreso, pertenecen sobre todo a la secta shií del islam (de la que son seguido res el 55% de los iraquíes), los rigoristas se agrupan bajo el paraguas de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica en Irak. A ella está afiliada, entre otras, la OAI. El líder de la Asamblea, el ayatolá Mohamed Baguer Hakim, no ha acudido a Beirut.
"No somos extremistas religiosos, y los temores de Estados Unidos hacia nosotros carecen de fundamento", ha declarado un portavoz.
Por otra parte, unos 500 prisioneros iraquíes que debían ser repatriados el lunes fueron conducidos a un punto de la frontera entre Irak y Kuwait pero las autoridades de Bagdad se negaron a recibirlos, anunció una fuente militar saudí.
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