Una mujer se querella por contraer sida en una transfusión de sangre en un parto
Mari Cruz M. O., de 37 años, ha presentado una querella contra el centro médico Sant Jordi y contra el hospital de la Cruz Roja, ambos de Barcelona, por haber contraído el sida mediante una transfusión de sangre que le fue practicada el 10 de agosto de 1985, dos días después de haber dado a luz en el centro Sant Jordi. La acción criminal va dirigida también contra la Cruz Roja porque la sangre provenía del banco de ese hospital.
La mujer tuvo conocimiento de su condición de portadora del virus en 1987, cuando fue llamada por el banco de sangre de la Cruz Roja para realizarle análisis de sangre. La querella acusa a los responsables del delito de imprudencia médica.La acción judicial iniciada por Mari Cruz M. O. es una de las primeras efectuadas por contagio de sida a partir de una transfusión producido antes de la entrada en vigor de la normativa que obliga a los bancos de sangre a realizar las pruebas para detectar la presencia del virus. El pasado mes, de enero, un juzgado de lo social de Barcelona dio la razón a los demandantes en un caso similar, ya que el contagio se produjo en 1984, dos años antes de que entrara en vigor la obligatoriedad de realizar las pruebas para detectar la presencia del virus del sida.
La querella de Mari Cruz M. O. va dirigida también contra el ginecólogo que la asistió, Josep Cararachs, y contra la Dirección General de Salud Pública, dependiente del Departamento de Sanidad de la Generalitat. La mujer ingresó el 8 de agosto de 1985 en el centro médico Sant Jordi, con el que tenía suscrita una póliza de asistencia sanitaria, y ese mismo día le fue practicada una cesárea por las dificultades del parto. A los dos días le fueron transfundidas dos dosis de sangre procedentes del banco de sangre del hospital de la Cruz Roía de Barcelona. Se da la circunstancia de que la paciente pagó aproximadamente unas 11.000 pesetas por las dos bolsas de sangre al liquidar la cuenta con el centro, documentos que han sido aportados al juzgado.
Incapacidad laboral
La querella sostiene que, meses después de recibir las transfusiones, la denunciante empezó a tener continuos trastornos, como fiebres, diarreas, ganglios e infecciones gripales que remitían con dificultad. Su estado de salud provocó la incapacidad para seguir trabajando. En 1986, la denunciante fue llamada por el dentro Sant Jordi para que se diriglera, junto con su marido y el niño, al hospital de la Cruz Roja para practicarles una prueba analítIca. En noviembre de ese año, la mujer fue sometida a una operación para la extracción de un ganglio, sin que en ningún momento fuera informada del contagio, según la querella.En enero de 1987, la mujer fue nuevamente llamada por el hospital de la Cruz Roja para nuevos análisis de sangre, cuyos resultados no le fueron comunicados hasta septiembre de ese mismo año. A la mujer se le informó entonces de que había contraído el virus del sida. También supo que el contagio se produjo con las transfusiones que había recibido dos años antes. Desde aquella fecha, la denunciante recibe asistencia médica en el hospítal de la Cruz Roja. En junio de 1988, el Instituto Nacional de la Seguridad Social le otorgó la invalidez permanente por infección del virus del sida.
El marido y el hijo de la demandante no han sufrido contagio. Mari Cruz manifestó a este diario que el centro médico Sant Jordi ha restado importancia al contagio. La mujer manifestó que además del delicado estado de salud ha sufrido crisis depresivas, sobre todo al tener conocimiento de que era portadora del virus. "El peor momento fue cuando me comunicaron el resultado de los análisis. Es muy duro, sobre todo porque al principlo no sabía la gravedad de la enfermedad", afirmó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Fianzas
- Sangre contaminada
- Contagio
- Negligencias médicas
- Cruz Roja
- Comunidades autónomas
- Transmisión enfermedades
- Diagnóstico médico
- VIH SIDA
- ETS
- Personal sanitario
- Administración autonómica
- Enfermedades infecciosas
- Cataluña
- Política sanitaria
- Enfermedades
- Delitos
- España
- Sanidad
- Medicina
- Administración pública
- Salud
- Proceso judicial
- Justicia