Serra ordena expedientar a dos jefes militares por la filtración de planes secretos sobre el Golfo

El ministro de Defensa, Narcís Serra, ha ordenado al jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Ramón Porgueres, que abra expedientes disciplinarios por falta grave contra dos jefes del Cuartel General de Tierra por filtrar a la prensa los planes secretos del Estado Mayor Papá Tango y Papá Golf. El ministro, quien calificó la filtración como "el hecho más grave" ocurrido en su departamento en los últimos años, lo atribuyó a una motivación política, y anunció ante la Comisión de Defensa del Congreso que se enviarán las actuaciones a la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo.

Estos documentos contenían planes sobre una hipotética intervención directa española en la guerra. El ministro se negó a faciIitar la identificación de ambos jefes -cuya graduación está comprendida entre comandante y coronel- mientras el general togado al que ha ordenado la investigación no concluya los expedientes. Serra no descartó que haya otros mandos militares implicados en la difusión de los planes secretos, que se produjo el pasado 6 de enero en el diario El Mundo.Tras la publicación de los dos documentos, Serra encargó a un general togado que investigase la "violación de los secretos". Las indagaciones del instructor han durado casi un mes y los primeros resultados están en manos de Narcís Serra desde el pasado día 5.

Gran parte de los jefes y oficiales del Cuartel General del Ejército han sido interrogados. Para las pesquisas, el general ha contado con el apoyo técnico del centro militar y ha utilizado los servicios de la Guardia Civil para realizar pruebas periciales, según manifestó el ministro.

Serra resaltó que las hipótesis contenidas en los documentos no eran planes operativos definitivos, ni órdenes cursadas por su departamento, sino estudios preliminares a modo de ejercicios preparatorios. Sobre los motivos de la divulgación de secretos, Serra afirmó: "Evidentemente, esta filtración no tiene causas militares, sino exclusivamente políticas". A la espera de los resultados definitivos de la instrucción del caso y el consiguiente proceso judicial, el ministro atribuyó los hechos a un intento de "confundir a la opinión pública", tratando de demostrar que el Ejecutivo había decidido entrar directamente en guerra, o bien al deseo de "desprestigiar a las Fuerzas Armadas".

Serra reconoció que, con la Filtración, "se ha quebrado el sistema de garantías de las informaciones reservadas y la imagen profesional y de rigor de los ejércitos". El titular de Defensa añadió que las medidas adoptadas servirán de experiencia en el futuro para impedir la divulgación de secretos.

El ministro afirmó en otro momento que las fuerzas multinacionales que actúan contra Irak no han sobrepasado las resoluciones de la ONU. Precisó que "bastaría un gesto de Sadam Husein anunciando la retirada de Kuwait" para que se produjese un alto el fuego.

Respecto a la flotilla española en el golfo Pérsico y en el mar Rojo, el ministro afirmó que su misión, además del mantenimiento del embargo, consiste en dar escolta- a los refuerzos militares de los coligados.

Serra reconoció que Europa ha desempeñado un papel poco relevante en el conflicto. Expresó su convencimiento de que la prolongación de las hostilidades para reducir la pérdida de vidas producirá conflictos politicos en los países coligados, especialmente en términos de opinion pública.