Felipe González expresa a Bush su preocupación por el Magreb
Felipe González expresó ayer al presidente Bush su preocupación por las consecuencias de la guerra del Golfo sobre el mundo árabe, y más concretamente sobre el Magreb, en el curso de una conversación telefónica de media hora con el mandatario estadounidense, según informó el Ministerio del Portavoz del Gobierno. Es la cuarta vez que ambos dirigentes se ponen en contacto desde el pasado 12 de enero.A lo largo de la conversación, que se desarrolló con intérprete, Bush aseguró a González que la guerra no trascendería los límites fijados por las resoluciones de la ONU aprobadas desde agosto pasado e indicó a su interlocutor que la ofensiva terrestre sobre Kuwait intentará evitar que se produzcan víctimas civiles.
Bush y González evaluaron el respaldo popular a su política en el Golfo por parte de los ciudadanos de EE UU y España. En Estados Unidos, los sondeos de opinión ponen de relieve un apoyo más amplio para la Administración que el que dispone Felipe González en España.Pasa a la página 11
Bush y Felipe González estudian la situación de seguridad en la zona del Mediterráneo
Viene de la primera páginaAdemás de su inquietud por el malestar de la opinión pública magrebí ante el alargamiento de la guerra, González expresó también a Bush su deseo de que en la zona del conflicto y en el Mediterráneo en general se instauren, cuando concluya la contienda arreglos de seguridad. El jefe del Gobierno español no expuso, sin embargo, al presidente de EE UU el proyecto hispano-ltaliano de Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo.
Por segunda vez desde el inicio de las hostilidades, Bush llamó ayer las 13.30 (hora peninsular española) a González. La llamada del mandatario estadounidense forma parte de la ronda de contactos periódicos que mantiene con los principales líderes de la coalición antiiraquí.El presidente de EE UU y Felipe González habían mantenido también una conversación telefónica el pasado 12 de enero. En aquella ocasión, George Bush comentó con el dirigente español la votación del Congreso norteamericano para autorizarle a recurrir a la fuerza y desalojar al ejército iraquí de Kuwalt.
Sólo media hora antes de que se produjera la ruptura de las hostilidades en el Golfo -en la madrugada del pasado 17 de enero- el presidente norteamericano volvió a telefonear a Felipe González para anunciarle la inminencia del primer bombardeo de las fuerzas coaligadas sobre la capital iraquí.
. Ya con la guerra en marcha, el pasado lunes 21 de enero, se produjo a iniciativa estadounidense un nuevo contacto telefónico entre ambos mandatarios.
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