"Sentarme e informarme"
Mirando atrás, porque su nombramiento como directora del Centro Reina Sofía obliga a mirar atrás, la mejor esperanza que anuncia su nombramiento es saber que en los años pasados se ha podido o no estar de ac uerdo con su visión e interpretación de lo ocurrido o de lo que ocurría en el arte, pero, desde luego, que nunca jamás nos ha aburrido y mucho menos nos ha paralizado el pensar. Desde su más pequeña intervención hasta sus máximos riesgos, siempre ha ofertado nuevas sugerencias a nuestro disfrute del arte y de las artes.Su intimidad con ellas, que abarca geograflas más extensas que la jungla de la pintura y la escultura, extendiéndose a la música y la danza, es un legado familiar, iniciado por su abuelo y sostenido por su padre, coleccionistas ambos y melómanos.
Cuando al nacer los años setenta ni siquiera los artistas españoles sabían que se iniciaba una nueva época de su historia empezó María Corral su andadura profesional. Fue la primera, y creo que la única, directora de la galería Grupo 15 de Madrid. Un espacio minúsculo dedicado fundamentalmente a obras sobre papel, en cuyo taller de obra gráfica aprendieron a grabar muchos de los artistas españoles que descubrimos entonces y que aún nos interesa. Allí se nos puso por primera vez ante los ojos el trabajo de muchos de los nombres míticos de la escena internacional: Jasper Johns, Sol Lewit, David Hockney, Claes Olderiburg, evcétera. Colaboró, más tarde, en la organización de la primera exposición antológica de Henry Matisse en España, en la Fundación Juan March, en cuya sede pronunció, años después, la conferencia inaugural de otra, colectiva, dedicada a la sensibilidad artística del siglo XX que le es, seguramente más cercana: el minimal. Directora de exposiciones de la Fundación Caja de Pensiones, y componente vertebral de su política de adquisiciones -ha reunido la más significativa de las colecciones institucionales españolas-, ha presentado en sus salas de Madrid y Barcelona muestras individuales y colectivas cuyo proceso interior y cuyo objetivo final iba mucho más allá del propio acontecimiento: Otras figuraciones, En tres dimensiones, Aspectos de una década; o nombres como Marcel Duchamp, Joseph Beuys, Glorgio Morandi, Arshile Gorky, etcétera, en cuya biografía no hay sólo fama y permanencia, sino hay un modo de hacerse a la propia sensibilidad y a lo susceptible de la historia, una manera interior de mirar; una regla de conducta de la que, no es sólo un suponer, se siente hermana y partícipe: lucidez, silencio, idea, y rigor sobre las tablas.
La define igualmente bien su primer proyecto para el Reina Sofía: no tenerlo. "Sentarme e informarme". Saber de qué van las cosas.
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