González admite que los españoles se opusieron al envío de buques al Golfo

El presidente del Gobierno, Felipe González, reconoció ayer que la decisión de enviar dos corbetas y una fragata españolas al mar Rojo y al golfo Pérsico fue tomada el pasado mes de agosto contra el sentimiento mayoritario de la opinión pública española, pero resaltó que desde entonces ha "evolucionado favorablemente" y justifica la iniciativa por la necesidad de "sacar a España de su aislamiento". "Hay que asumir esta elección", añadió el jefe del Ejecutivo. "Deseo solamente ser coherente. He sufrido demasiado de la incoherencia".González hizo esta confesión en una entrevista que publicó ayer el diario francés Le Monde, en la que también afirma que no ha "excluido ni incluido" una participación de España en un conflicto militar en el Golfo, a donde descarta enviar fuerzas terrestres. Insiste, no obstante, el presidente en que cree que "el embargo funciona".

En una clara alusión a Estados Unidos, añade: "Si la autoridad de las Naciones Unidas sale reforzada de esta prueba, podremos además, evitar que un gendarme internacional solucione unilateralmente todos los conflictos".

Suceder a Delors

Tras celebrar el buen funcionamiento de la cooperación con París en la lucha antiterrorista, reconoce: "Deseamos siempre obtener más de Francia. Este país no ve nuestras necesidades tan claramente como nosotros". A propósito de su porvenir político, el jefe del Ejecutivo asegura que espera jubilarse "a una edad razonable" y desmiente querer suceder a Jacques Delors al frente de la Comisión Europea.

González aprovechó su asistencia a la cumbre de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) para entrevistarse ayer con los primeros ministros de Austria, Franz Vranitzky, y Checoslovaquia, que acompaña a su presidente, Vaclav Havel, y hoy les tocará el turno a sus homólogos de Suecia, Hungría y Noruega. El miércoles, el presidente rumano, Ion Iliescu, será el último en reunirse con el presidente español.

En el discurso que pronunciará hoy ante la CSCE, González hará una referencia a Gibraltar, recordando, como dijo ayer Francisco Fernández Ordóñez, que "hay un país en Europa que tiene una colonia en otro país europeo". España ha añadido a la Carta Europea que se firmará el miércoles una declaración interpretativa sobre el Peñón en la que recalca que "en el espíritu de la nueva Europa ( ... ) debe inscribirse la superación de situaciones coloniales periclitadas" y que, de manera concreta, "es necesario poner fin a la situación colonial de Gibraltar".