La exposición de Barceló que incluía dos obras falsas sigue abierta contra el deseo del pintor
Los cuadros atribuidos al artista mallorquín pueden ser varias decenas
La exposición barcelonesa del pintor mallorquín Miquel Barceló en la que la Policía Judicial intervino la semana pasada, a requerimiento del artista, para retirar dos obras que el propio Barceló había designado como falsas y que debía clausurarse el sábado pasado, también a petición del pintor mallorquín, seguía abierta al público el miércoles, en contra de la voluntad manifestada por Barceló al propietario de la galería y de los requerimientos hechos por los representantes legales del pintor, provistos de poderes notariales firmados por éste la semana pasada. Por otro lado, la Policía Judicial sigue investigando la trama de falsificaciones del artista mallorquín, que puede alcanzar decenas de cuadros, y varias personas relacionadas con el caso han sido llamadas a prestar declaración en Madrid y Palma de Mallorca.
El propietario de la galería de arte Sardà i Sardà de Barcelona, Joaquim Sardà, dijo a este diario: "Cuando hablé el pasado lunes por teléfono con Miquel Bar celó, éste me dijo que, visto el modo como habían sucedido las cosas, preferiría que se cerrara toda la exposición; yo le respondí que, si él pedía que cerrásemos, así se haría y él dijo: 'En todo caso, cuando venga a Barcelona ya hablaremos', de modo que yo entendí que podía tener abierta la exposición una vez retirados los cuadros que el artista considera falsos".Fuentes allegadas a Miquel Barceló en Mallorca señalaron ayer a este diario que el pintor había pedido categóricamente el cierre de la exposición y añadieron que los representantes legales de Barceló en Madrid y Barcelona disponen de poderes notariales firmados por el artista desde la semana pasada para pedir la clausura de todas las exposiciones sospechosas. El propio Barceló, que ayer seguía trabajando en Mallorca, no pudo ser localizado, aunque las mismas fuentes dijeron que tiene previsto viajar a Madrid y Barcelona para ver personalmente los cuadros que designó como falsos.
Errores
El galerista Joaquim Sardà, por su parte, fue muy explícito y reconoció: "Si Barceló dice que un cuadro es falso, es falso, y yo no creo que tenga necesidad de montar un escándalo donde no lo hay, porque es un pintor genial y una excelente persona. Dicho esto, yo tengo que reconocer que he cometido varios errores, desde montar esta exposición sin permiso -yo no sabía que hubiera que pedirlo- hasta realizar un catálogo que no ha gustado al artista, aunque yo pensé que quedaba bien. Pero el error principal es que me han colado dos cuadros falsos. Sé que hay muchos casos de excelentes galeristas, coleccionistas y críticos a los que les ha sucedido lo mismo, pero de todos modos es un error, y los errores se pagan".La legislación en materia de derechos del autor sobre la exhibición de su obra específica que es preciso pedir permiso al artista o a sus representantes legales para exhibir más de seis cuadros del mismo autor. Cualquier cantidad inferior de obra puede ser mostrada discrecionalmente por los galeristas y los propietarios de los cuadros. En la exposición que seguía abierta anteayer en Barcelona, una vez retirados los dos cuadros falsos, se muestran nueve pinturas y cuatro dibujos de Miquel Barceló.
Expertos en el mercado de arte consultados por este diario en Barcelona señalaron que lo que ha sucedido con la obra de Miquel Barceló es un ejempIo paradigmático de los graves riesgos de la falta de profesionalidad y experiencia a la hora de entrar en el comercio de obras de arte, así como del terreno peligroso que supone el mercado de segundas y terceras ventas, tanto para los galeristas como para los artistas y coleccionistas.
Algarabía
Un artista plástico barcelonés que pidió no ser identificado señaló: "Barceló está pagando ahora la algarabía desencadenada en los últimos años en torno a su obra; no es culpa suya y hace muy bien en cortar de raíz el terna de las falsificaciones cuando comienza a tomar proporciones alarmantes, pero la vertiginosa subida de los precios de sus obras y la misma avidez del mercado son terrenos propicios para la aparición de falsificaciones".En lo referente a precios, por ejemplo, las obras de Barceló que en primera venta pueden alcanzar los 8 o 10 millones de pesetas, suelen venderse por 15 o 16 millones en segunda y tercera reventa, y se han dado casos de obras de gran formato por las que han llegado a pagarse más de 30 millones. "Una multiplicación tan rápida de los precios en el segundo y tercer nivel de venta es, a la larga, perjudicial para un artista vivo y joven como Barceló y, desde luego, supone una tentación irresistible para los falsificadores y los intermediarios turbios", explicó un comerciante de arte barcelonés.
Babelia
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