Un enviado especial del Kremlin busca en París una salida pacífica a la crisis
La guerra del golfo Pérsico puede ser evitada si Estados Unidos y sus aliados aceptan conceder a Sadam Husein una salida que le permita "salvar el honor". Ése es en sustancia el mensaje que el soviético Yevgueni Primakov, emisario especial del presidente Mijaíl Gorbachov, transmitió anoche en el palacio del Elíseo al presidente francés, François Mitterrand.Primakov llegó a París procedente de Roma, donde el pasado martes había declarado que Gorbachov, flamante premio Nobel de la Paz, está haciendo "el máximo de esfuerzos posibles" para evitar un conflicto armado en el Golfo. En esa perspectiva, el consejero especial del presidente soviéfico viajará hoy a Washington. [En Roma, tras la entrevista mantenida con Primakov, el ministro de Exteriores italiano, Gianni de Michelis, declaró: "Sadam Husein debe saber que no hay ninguna búsqueda de un compromiso. La exigencia de retirada iraquí de Kuwait y de la liberación de todos los rehenes no puede estar en discusión", informa France Presse].
[La URSS quiere "intentar un nuevo cielo de consultas diplomátícas para explorar las posibilidades de una solución política", manifestó De Michelis].
Dos diputados alemanes que el pasado fin de semana se entrevistaron en Bagdad con el presidente iraquí regresaron a su país con la misma impresión que Primakov había recibido en su última visita a Bagdad. Los parlamentarios alemanes reiteraron la voluntad de Sadam de negociar una "salida honorable" y especificaron que el presidente iraquí está dispuesto a aceptar la mediación de Mitterrand, del ex canciller alemán y presidente de la Internacional Socialista (IS), Wílly Brandt, o del ministro de Exteriores Hans-Dietrich Genscher.
Cuando Primakov regresó de Bagdad, la prensa soviética informó de que Irak estaba dispuesto a retirarse de Kuwait a condición de guardar los campos petrolíferos de Rumeila sur y las islas de Bubiyan y Warba. Bagdad y la propia agencia soviética Novosti desmintieron luego que tales fueran las intenciones de Sadam Husein.
Fuentes diplomáticas árabes en París no conceden mayor importancia a los desmentidos. La información inicial de la prensa soviética era un globo sonda lanzado al alimón por Irak y la URSS para estudiar la reacción occidental, afirman esas fuentes.
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