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¡Y a volar!

100 rapaces recuperaron la libertad en Extremadura

Casi cien ejemplares de aves silvestres protegidas (cigüeñas, ratoneros comunes, cernícalos, milanos y águilas perdigueras) han sido devueltos a la libertad tras varios meses de tratamiento en Las Cansinas, un hotel de lujo para rapaces situado en el parque natural de Monfragüe (Cáceres). Una cigüeña contempla el paisaje de Los Barruecos (Malpartida de Cáceres), un lugar insólito elegido por el pintor alemán Vol Vostel para levantar un museo de arte contemporáneo. Entre berrocales, la zancuda divisa una charca, y, con pasos tambaleantes, se dirige hacia el agua. Su cuerpo cae al suelo, incapaz de emprender el vuelo.

Pedro Holgado, guarda del parque natural de Monfrague, la recoge, y con sus manos acaricia una cicatriz que se extiende sobre el muslo del ave, recuerdo de la profunda herida que le proporcionó su encuentro con un tendido eléctrico. El ornitólogo, con un ligero impulso, consigue por fin que la cigüeña recupere su libertad, volviéndose a encontrar con un hábitat que le resulta familiar. "Vienen estresadas y entumecidas, tras un largo viaje desde el Centro de Recuperación de Las Cansinas", comenta el guarda. "Aquí se culmina una tarea de meses", dice con cierta tristeza en su rostro.La desnutrición de las crías que se independizaron de sus padres y que no supieron defenderse en soledad es uno de los principales problemas que aquejan a los pollos de rapaces, "pero no el único", afirma el director de la Agencia de Medio Ambiente, Francisco Castañares. "Hay otros problemas provocados por el hombre y su entorno: los impactos de las aves contra los tendidos eléctricos, vallas cinegéticas y alambradas; también, los destrozos que causan los automóviles en las carreteras, y sin o vidar os disparos de os cazadores furtivos".

En el lugar más alejado de Extremadura puede producirse una de estas situaciones, pero la mano amiga del hombre aparecerá para recomponer algo que con su actitud y modo de vida ayudó a destruir: "La gente de los pueblos y los miembros de ADENEX (asociación ecologista que cuenta con más de 6.000 socios) localizan los animales en campanarios, tendidos eléctricos, arcenes y fincas, y los trasladan hasta el Ayuntamiento más cercano. Desde allí nos avisan, y enviamos a un cuidador con un jeep para recogerlos", señala Ángel Rodríguez, conservacionista de Monfrague. "Hay que actuar con rapidez, porque, si dejamos pasar tres o cuatro días, puede que el animal no se recupere nunca".

Hotel de lujo

Las Cansinas, en el parque natural de Monfrague, es un auténtico hotel de lujo para los animales, que, entre encinares y alcornocales vírgenes, van recuperándose de las heridas o de la desnutrición. No tienen que faenar para alimentarse, porque el cuidador siempre tiene comida a su alcance. "Hasta 500 aves hemos llegado a tener", dice Nicolás García, otro de los guardas.Pero estamos en el momento de la despedida, cuando se rompe la simbiosis cuidador-ave, y ésta encuentra la libertad perdida. "Ni se improvisa el lugar ni la fecha", comenta el ecologista Cherna Corrales mientras ayuda a lanzar al aire a un cernícalo.

En Los Barruecos han comenzado a vaciar el embalse para proceder a su restauración, "y las cigüeñas encontrarán aquí alimento fácil, porque ése va a ser ahora el principal problerna". No sonará más la llamada del cuidador, y algunas rapaces se quedarán definitivamente en estos parajes, mientras que otras, como las migratorias, recuperada la libertad, deberán preparar sus maletas para emprender camino hacia sus cuarteles de invierno.

A cada una de estas aves se le colocan dos anillas, una pequeña de metal, y otra grande de plástico, que permitirán su localización a distancia con prismáticos: "Así podemos tener un seguimiento exacto de su trayectoria de vida", dice Ángel Rodríguez.

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