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Tribuna:LA CRISIS DEL GOLFO
Tribuna
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Punto de vista palestino

El autor mantiene que la crisis del Golfo no ha surgido de modo aislado de la situación general en Oriente Próximo. Frente a la "política guerrista" de EE UU, la OLP aboga por una "solución pacífica y diplomática" en el seno del mundo árabe.

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No hay que profundizar mucho en el análisis de la actual crisis del Golfo para entender que tal crisis no puede surgir- de modo accidental ni aislado de lo que ocurre en su más amplio ámbito, Oriente Próximo, en donde se vive desde hace más de 40 años la acumulación de múltiples crisis, surgidas a raíz y alrededor del problema palestino, sin que ello prive a la región de los problemas económicos, sociales, políticos y demográficos propios del Tercer Mundo.Las graves dimensiones políticas, sociales y humanas del problema palestino desde sus inicios, en 1948, lo convirtieron en el foco principal de la inestabilidad en Oriente Próximo, provocando cinco guerras y enormes pérdidas humanas y económicas, y llevó al mundo, en plena guerra fría, al borde de una guerra nuclear total.

Es menester señalar que aunque Israel es el miembro más condenado por la ONU, el-que se niega tajantemente a retirarse de los territorios ocupados, y es el primero en introducir armas atómicas y químicas en la zona, nadie ha protestado o actuado en consecuencia mientras EE UU sigue dándole su total apoyo político y financiero. Esta intransigencia israelí, junto con la tolerancia de Occidente, ha creado en el seno del pueblo palestino y los demás pueblos árabes una profunda frustración.

Las últimas resoluciones del Consejo Nacional Palestino en 1987, sancionadas y adoptadas por las posteriores cumbres árabes, han evidenciado la carencia de contenido real de las pretendidas amenazas árabes contra Israel. Sin embargo, la política israelí fue a lo largo de su historia, y sigue, caracterizada por la violencia, el terror, las amenazas y el militarismo para imponer su voluntad,a los países árabes, especialmente al pueblo palestino. Y cuando ambos, palestinos y árabes, demuestran una clara voluntad de llegar a un arreglo político del conflicto, Israel bloquea todos los esfuerzos, desafiando a las Naciones Unidas como a la comunidad internacional. Es dentro de este contexto y de esta forma causal como podría acercarse a una comprensión global de la crisis en el Golfo.

La visión exppesada por el ex presidente Carter- en su artículo del Intemational Herald Tribune del 13 de agosto de 1990 va más allá de los acontecimientos en el Golfo al plantear: "Lo que es irrefutable es que la ausencia de un proceso pacífico del conflicto árabe-israelí fomenta el radicalismo, generaliza la tensión, incentiva el aventurerismo militarista y complica la solución de los problemas planteados". Añade que "Sadam Husein ha recibido un apoyo apreciable de los árabes que no comparten la riqueza petrolera y de aquellos que ven a EE UU y Occidente, en general, como enemigos a causa de nuestro apoyo a Israel".

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Ciertas partes de buena fe y de mala otras han lamentado que la OLP, con su postura ante el actual conflicto del Golfo, ha perdido "supuestas ganancias" frente a Europa y EE UU. Esto demuestra un desconocimiento de la postura de la OLP, y además supone un pretendido cambio en una actitud de EE UU totalmente negativa para los derechos nacionales del pueblo palestino y absolutamente favorabie a la potencia ocupante: Israel.

¿Podría la OLP tomar una postura distinta a la de 1987 -las resoluciones de su Consejo Nacional-, que fue aplaudida por la comunidad internacional al optar por la vía pacífica y negociada para la solución del conflicto árabe-israelí? En cuanto al conflicto del Golfo, la OLP ha abogado por una "solución política y diplomática" en el seno del mundo árabe. ¿Qué otra postura le cabe a la OLP si no se basa en la denuncia de la política guerrerista, neocolonial e hipócrita de EE UU, por el desproporcionado despliegue de sus fuerzas y esfuerzos para imponer una salida militar al conflicto, su pretexto de oponerse a la ocupación y de fender las resoluciones de las Naciones Unidas y el derecho internacional? No hace falta recordar las muchas veces que EE UU ha utilizado su veto en el Consejo de Seguridad para bloquear un proceso de solución pacífica como la Conferencia Internacional de Paz en Oriente Medio, o todo intento de aliviar la situación del pueblo palestino bajo ocupación.Legalidad internacional

¿Acaso no es la misma legalidad internacional que Washington y otros alegan defender y que Israel se niega sistemáticamente a cumplir o respetar desde hace décadas?

A pesar de la amargura que siente el pueblo palestino, e inspirándose en los principios arriba mencionados, la OLP, en su primera declaración oficial, del 19 de agosto en Túnez, dejó bien claro que no ha tomado ningún partido en el conflicto y puso en evidencia su voluntad de continuar los esfuerzos para lograr una solución pacífica y árabe al conflicto, de modo tal que salvaguarde la dignidad y los intereses de las partes involucradas y garantice la seguridad de Irak, Kuwait, Arabia, Saudí, el Golfo y toda la región. La OLP acogió favorablemente la propuesta del presidente de Irak de solucionar el conflicto del Golfo, con vistas a poner fin a todo tipo de ocupación extranjera y encontrar una solución global a los problemas del Próximo Oriente. Lamentablemente, la propuesta tuvo un rechazo inmediato por parte del presidente Bush y un eco desfavorable en Europa. En la actualidad se piensa que hay que estudiarla con más atención. El ministro soviético de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze, planteó la necesidad de convocar una conferencia internacional que trate los dos conflictos: el del Golfo y el de Oriente Próximo, y que intente lograr la retirada de Irak de Kuwait y la israelí de los territorios palestinos ocupados.

El presidente Arafat ha sido, junto con el rey de Jordania, uno ' de los que más se han esforzado por evitar la escalada militar. En su mensaje con ocasión de cumplir la Intifáda los primeros mil días declaró: "... dado que la crisis del Golfo se ha convertido en una cuestión de dimensiones internacionales, eso nos ofrece la oportunidad de hacer frente a todas las cuestiones pendientes en la zona, de las cuales, la más trascendente es la cuestión de los derechos del pueblo palestino". Esto requiere, según el líder palestino, "poner en marcha un mecanismo que permitiese la retirada de las fuerzas de ocupación, tanto de Kuwait como de Irak, Irán, Palestina, Líbano y los Altos del Golán sirios". Arafat propuso también el reemplazo de las fuerzas estadounidenses por fuerzas árabes y de la ONU.

Los esfuerzos desplegados y la iniciativa de paz palestina demuestran que la OLP ha sido fiel al sentir de su pueblo y a los principios del derecho internacional. Para la OLP es de suma importancia que la ONU asuma sus funciones y responsabilidades aplicando sus resoluciones en todos los casos y no de manera parcializada, según convenga a EE UU. La cuestión palestina surgió en 1947, coincidiendo con el nacimiento de las Naciones Unidas, y sigue siendo un punto pendiente en su agenda, por encima de centenares de resoluciones tomadas al respecto. Aún el pueblo palestino sigue estando bajo ocupación, oprimido e impedido de ejercer sus derechos legítimos. ¿Ha intentado EE UU aplicar por la fuerza las resoluciones de las Naciones Unidas en el caso de Israel? Quizá el futuro del organismo internacional dependa de cómo se puede responder a esta interrogante.

Aparte y al margen de lo anterior quedan en mente importantes inquietudes. Parece que la sistemática intoxicación informativa acerca del Golfo hace olvidar a muchos que el Tercer Mundo existe con sus vastos, y agudos problemas, y que en la actual era de posguerra fría todavía existen dos mundos: el Norte, rico y próspero, y el Sur, más empobrecido y subdesarrollado.

¿La sola vuelta al antiguo statu quo en el Golfo solucionaría todos los problemas de Oriente Próximo? ¿Cuánto tiempo tardará en surgir una nueva crisis si nos conformamos con una pax americana impuesta por la fuerza de las armas? Es importante comprender que en estos momentos, en la mente de cada árabe, continúa dándo vueltas una pregunta ya crónica: ¿dónde está el papel de Europa, el vecino más cercano al mundo árabe? ¿Qué es lo que ha hecho Europa para evitar una posible guerra destructiva e innecesaria? ¿Dónde ha quedado el diálogo euro-árabe?

Y por último, piensan los árabes: ¿es posible que volvamos, hoy en día, en esta última década del siglo, a la política de las cañoneras, propia del siglo pasado? es representante de la OLP en España.

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