Alarma en Cantabria por la intoxicación de vacas con hormonas de engorde

La Consejería de Sanidad del Gobierno autónomo, de la que es responsable el doctor Ricardo Conde Yagüe, ha puesto en manos del juzgado de guardia el resultado de los últimos análisis verificados por el Laboratorio Regional de Sanidad, según los cuales en Cantabria se está consumiendo hígado de vacas alimentadas con sustancias tóxicas utilizadas para su engorde.

Corresponde ahora a la autoridad judicial abrir la correspondiente investigación, a fin de determinar las responsabilidades civiles o penales en que podrían haber incurrido algunos ganaderos por el engorde de sus vacas mediante dicho producto químico.Durante el pasado mes de julio, el Ministerio de Sanidad notificó, a los consejeros de Sanidad del País Vasco, Asturias y Castilla y León, la detección de algunos casos de intoxicación en personas que podrían haber consumido hígado de vaca. Las reses habían sido tratadas con una ,hormona de carácter ilegal que facilita, de forma espectacular, el engorde del ganado vacuno.

Por entonces, el Laboratorio Regional de Cantabria efectuó numerosos análisis de víscera s que dieron resultado negativo. Sin embargo, según acaba de declarar el consejero Conde Yagüe, las muestras llevadas a cabo durante las últimas semanas detectan la existencia del clembuterol en la carne decomisada. Se trata de una -sustancia de carácter tóxico para el hombre, especialmente para aquellas personas pertenecientes al considerado grupo de alto riesgo.

La posibilidad de que en esta región se estuvieran vendiendo vísceras de vacas engordadas con clembuterol saltó a los medios informativos a principios del verano; la Consejería de Sanidad publicó por entonces grandes anuncios pagados en los medios informativos para alertar a la población, invitándola a que se abstuviera de adquirir carne de hígado en tanto no se aclararan las causas de la intoxicación de ciertas personas en otras comunidades autónomas y limítrofes.

Campaña preventiva

La advertencia de las autoridades sanitarias de Cantabria coincidió, por entonces, con el descubrimiento de una escandalosa desviación para consumo humano de toneladas de carne de vacas muertas de forma natural, vendida en Cataluña y Levante, preferentemente, procedente de una perrera situada en esta región. Los consumidores, dada la alarma suscitada, dejaron de comprar carne por valor de unos 400 millones de pesetas, según estimaron los carniceros y chacineros regionales, que deploraban el desarrollo de la campaña preventiva, considerándola lesiva para sus intereses.El resultado de los últimos análisis realizados por el Laboratorio Regional de Sanidad deja ahora pocas dudas respecto del uso del clembuterol por ciertos ganaderos que, si la investigación judicial prospera, podrían ser acusados de cometer un delito contra la salud pública.