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Los socialdemócratas dejan la coalición de la RDA

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Los socialdemócratas abandonarán el Gobierno de gran coalición de la República Democrática Alemana (RDA) como respuesta al cese fulminante de dos de sus ministros, decidido el pasado miércoles por el primer ministro, el democristiano Lothar de Maiziere. "Ya no existe la coalición, ha sido destruida por los repetidos subterfugios de De Maiziere", declaró ayer Wolfgang Thierse, el presidente del Partido Socialdemócrata. El grupo parlamentario del SPD deberá aprobar el próximo martes la salida del partido del Gobierno, que ya fue decidida ayer por su ejecutiva.

A menos de dos meses de la prevista fecha de unificación de las dos Alemanias, ha caído la gran coalición que gobernaba precariamente sobre el caos social y económico desatado en la RDA desde que se produjo la unificación económica, el pasado 1 de julio.Ha sido precisamente el colapso total de la economía lo que ha impelido a De Maiziere a buscar cabezas de turco en dos de sus ministros socialdemócratas, el de Hacienda, Walter Romberg, y el de Agricultura, Peter Pollack, a los que cesó fulminantemente tras acusarles de incompetencia y quintacolumnismo.

De Maiziere aceptó también la dimisión de otros dos ministros, el de Justicia, el independiente Kurt Wünsche, contra el que pesaba su pasada colaboración con el régimen comunista, y el de Economía, el democristiano Gerhard Pohl. Ninguno de los cuatro ha sido sustituido aún. Se han hecho cargo de sus departamentos subsecretarios cuyos nombres no han sido hechos públicos.

La ruptura de esta coalición, que -con la excepción de los comunistas renovados del PDS- abarca a la práctica totalidad de los grupos que consiguieron representación en las elecciones del mes de marzo, significa que las hostilidades electorales se van,a iniciar sin haberse resuelto la peliaguda cuestión del segundo tratado entre los dos Estados alemanes, en el que se sellará la unificación política. La aprobación el mismo exige una mayoría de dos tercios en la Cámara del Pueblo, mayoría que ahora se ha perdido.

Las diferencias entre La CDU -el partido de De Maiziere- y los socialdemócratas se han ido intensificando en las últimas semanas, especialmente desde que el primer ministro lanzó sin éxito -pero con la aprobación del canciller de la RFA, Helmut Kohl- la idea de adelantar las elecciones generales previstas para el 2 de diciembre al próximo 14 de octubre, fecha en la que debían realizarse los comicios en los cinco Estados federados en que se restructura la RDA.

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No bastó el dinero

En Bonn, incluso en círculos gubernamentales, se lamenta ahora este incidente que ponía en evidencia el nerviosismo creado por la imprevista rapidez con que se ha desmoronado la economía en la RDA pese a las ingentes cantidades de dinero que Bonn ha inyectado. El adelanto de las elecciones requería, además, una enmienda constitucional imposible de sacar adelante sin la colaboración del SPD, que precisamente se encargó da hacer fracasar la operación.

Queda tan sólo una semana para que los dos Parlamentos alemanes aprueben este tratado que sellará la unificación política alemana, y en Berlín Oriental democristianos y socialdemócratas se hallan enzarzados en una trifulca de una intensidad que pareciera que se hallan a escasos días de las elecciones.

En Bonn el Gobierno mantiene silencio y apura los últimos días de vacaciones. Aparecen ya las primeras críticas de quienes consideran que la coalición gobernante acabó creyéndose su propia demagogia optimista, partió de veraneo y, en este vacío, el pesimismo y los rumores más negativos se han adueñado de la RDA.

Por otra parte, el ministro de Exteriores de la RFA, Hans Dietrich Genscher, viajó ayer a Moscú para intentar asegurarse de que las autoridades soviéticas acceden a que la reunión dos más cuatro prevista para el 12 de septiembre será la última del proceso negociador entre las dos Alemanias y las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial, informa Rodrigo Fernández.

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