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Las tropas del Gobierno amenazan al hospital español en Monrovia

Manuel de Luna, embajador español en Monrovia, tuvo que evacuar en la noche del lunes a los 15 religiosos españoles que administran el hospital San Juan de Dios, el único que sigue operativo en la capital de Liberia al cumplirse el séptimo mes de una devastadora guerra civil. El personal médico español y extranjero de dicho centro ha sido objeto de repetidas amenazas, cacheos e interrogatorios por parte de las tropas del presidente Samuel Doe, que el lunes anunciaron su intención de atacar el hospital para limpiar su recinto de supuestos elementos sospechosos de pertenecer a la guerrilla del Frente Patriótico Nacional (FPN).

Según informaciones recogidas por diversos radioaficionados, -único medio de comunicar con Monrovia-, la intervención del embajador español se produjo el lunes ante las numerosas y amenazadoras visitas efectuadas a ese al hospital de San Juan de Dios por pelotones de soldados incontrolados que se mantienen fieles al presidente Doe e intentan resistir al avance de la guerrilla del FPN sobre Monrovia.El día anterior, tropas gubernamentales atacaron un centro religioso luterano en el que se hallaban más de mil refugiados miembros de las tribus guio y mano consideradas por el Gobierno como base de la guerrilla. Hubo unos 600 muertos. Decenas de heridos que lograron escapar y buscaron refugio en el hospital de San Juan de Dios, creado hace 25 años y dirigido por religiosos españoles de la orden de los hospitalarios.

La presencia de los supervivientes heridos que abarrotaban el vestíbulo del hospital atrajo la atención de los soldados. A pesar del estatuto de zona neutral acordado por el Gobierno al centro sanitario, los militares irrumpieron. en él alegando que sospechaban que en el mismo había elementos de la guerrilla del FPN. Seguidamente advirtieron sobre su intención de repetir, esa misma noche, la carga contra los refugiados que ahora se hallan en el hospital. Ello provocó la intervención del embajador español que, a pesar del toque de queda y los tiroteos entre soldados y rebeldes, acudió al centro para evacuar al personal religioso y seglar hasta la residencia de la embajada. Las amenazas también obligaron a buscar refugio en la sede diplomática alemana a los 12 miembros de Médicos sin Frontera.

Todos ellos regresaron al centro médico el martes. El pánico a los soldados había provocado la huida de todos los heridos y enfermos lo que, probablemente, evitó que los militares cumplieran sus amenazas. Las inspecciones, sin embargo, volvieron a repetirse. En una de ellas, un pelotón de soldados obligó a todos los médicos y enfermeros extranjeros a alinearse en el patio del hospital, donde fueron cacheados e interrogados. .

Los soldados volvieron a la carga el miércoles al intentar tender una trampa al director del hospital, el burgalés Justino Izquierdo, al que pretendían alejar de su despacho con el pretexto de que el presidente lo había convocado a su palacio para que le explicara lo sucedido. Afortunadamente, se descubrió a tiempo que la cita era falsa.

Por otra parte, ante la hambruna generalizada y el peligro de brotes epidémicos que se cierne sobre Monrovia, la organización no gubernamental española Prosalus -patrocinada por la orden de los hospitalarios- ha efectuado un llamamiento a la Comunidad Europea y al Ministerio de Exteriores español para que, en cuanto la situación lo permita, se ponga en marcha una operación de ayuda de emergencia a Liberia.

Dicha organización también ha preparado una campaña de solidaridad con el pueblo liberíano. Quienes deseen enviar donativos pueden hacerlo a cualquiera de las siguentes cuentas corrientes: Banco Madrid, nº 3017-271; Caja de Madrid, nº 68.000055.05; y Citibank-España, nº 201001278.

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