Fernández Ordóñez confirma que hay diálogo entre Madrid y La Habana

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, confirmó ayer que existía un diálogo entre Madrid y La Habana para resolver la crisis de los refugiados en la Embajada española, pero se negó a dar detalles sobre las conversaciones en curso al término de su primera entrevista con el embajador en Cuba, Antonio Serrano de Haro."Por razones de prudencia lógica en esta situación tan delicada no puedo ser muy preciso sobre este tipo de diálogo que estamos manteniendo desde hace tiempo con el Gobierno cubano para tratar de resolver esta situación", afirmó el ministro.

En sus ansias por no dar detalles, el titular de Exteriores llegó a desmentir que el vicecanciller cubano, José Raul Viera, hubiese transmitido el lunes, a través de Serrano de Haro, el deseo de su Gobierno de mantener un contacto al más alto nivel con las autoridades españolas, es decir, con el presidente del Gobierno Felipe Gonlález.

El ministro mantuvo ayer en su despacho una reunión de una hora con el subsecretario de Exteriores, Inocencio Arias; el director general de Iberoamérica, Yago Pico de Coaña, y Serrano de Haro, que fue llamado a consultas por Fernández Ordóñez para protestar por el ataque de que fue objeto por parte de la cancillería cubana.

Balones fuera

No tan a gusto con la prensa como suele estar habitualmente, Fernández Ordóñez contestó a las preguntas de los periodistas echando balones fuera y repitiendo hasta la saciedad la palabra "diálogo". "Estamos trabajando en una línea de diálogo con las autoridades cubanas para encontrar una salida negociada a esta situación", dijo.

Preguntado sobre si preveía entrevistarse con Fidel Castro en Lima con motivo de la toma de posesión, el 28 de julio, del presidente peruano Alberto Fujimori, el jefe de la diplomacia española volvió a ser evasivo asegurando que ignoraba si el líder cubano tenía la intención de viajar a Perú.

El principal escollo para encontrar la "salida negociada" a la que aludió Fernández Ordóñez es que el Gobierno español pretende que los refugiados que lo deseen puedan abandonar la isla y dirigirse al país que quieran, mientras las autoridades cubanas sólo parecen dispuestas a comprometerse a no sancionar a los cludadanos que se han asilado en la Embajada de España si abandonan el recinto diplomático.