EE UU ofrece una alianza a Vietnam frente a los jemeres rojos

El secretario de Estado norteamericano, James Baker, anunció ayer en París el comienzo de un diálogo entre Estados Unidos y Vietnam para impedir el regreso al poder en Camboya de los jemeres rojos. Desde el final de la guerra de Vietnam, en 1975, Washington y Hanoi no sostienen ningún tipo de relaciones diplomáticas o económicas, y sus únicos contactos se limitan a la búsqueda de los soldados norteamericanos desaparecidos en el país asiático y a la solución de problemas humanitarios como el de los hijos de norteamericanos y vietnamitas.

Por otra parte, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acordaron ayer un plan de paz para Camboya, que fue calificado por China como "un importante paso adelante". Este plan de paz, incluye, como puntos fundamentales, un alto el fuego y elecciones libres.La decisión de EE UU de colaborar con Vietnam contra los jemeres rojos, dijo Baker, implica que Washington deja de reconocer a la coalición tripartita dirigida por el príncipe Norodom Sihanuk como representante de Camboya en la ONU. A esa coalición pertenecen también los jemeres rojos y el ex primer ministro Son Sann.

Baker informó del espectacular cambio de posición de EE UU en el conflicto camboyano al término de una entrevista de dos horas y media con el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze, en París para asistir a la conferencia dos más cuatro.

La sesión parisiense de la dos más cuatro terminó de despejar todos los obstáculos para la unificación de la República Federal de Alemania y la República Democrática Alemana antes de finales de este año. La potencias occidentales dieron su aprobación al acuerdo del Cáucaso entre el canciller alemán, Helmut Kohl, y el presidente soviético Mijaíl Gorbachov, por el que la futura Alemania unida pertenecerá a la OTAN, reducirá sus tropas a 370.000 soldados y dará un plazo de tres a cuatro años para la completa salida del Ejército Rojo del territorio de la actual Alemania Oriental.

También Polonia, a través de su ministro de Exteriores, Skubiszewski, invitado especial a la reunión del martes, dio su definitiva luz verde a la unidad alemana, al serle garantizada la intangibilidad de su actual frontera con Alemania.

Baker y Shevardnadze prolongaron su estancia parisiense en un día más para estudiar con detalle el problema de Camboya. Para proseguir sus conversaciones sobre la cuestión alemana y el proceso de desarme, ambos convinieron en volver a encontrarse el próximo 1 de agosto.

El secretario de Estado norteamericano y el ministro de Exteriores soviético confirmaron al término de su reunión de ayer que las posiciones de las dos superpotencias sobre el conflicto camboyano son ahora más próximas que nunca. El cambio procede de EE UU, puesto que la URSS es un sólido apoyo tradicional del Gobierno comunista en el poder en Phnom Penh desde 1979, el dirigido por Hun Sen bajo la protección vietnamita. EE UU, por el contrarío, venía sosteniendo la causa de la coalición tripartita de oposición dirigida por el príncipe Norodom Sihanuk.

La creciente posibilidad de que los jemeres rojos terminen tomando el poder en Camboya ha provocado el giro en la actitud norteamericana. Desde el pasado septiembre, fecha de la retirada de las tropas vietnamitas que invadieron Camboya en 1978 y llevaron al poder al actual Gobierno de Phnom Penh, los jemeres rojos mejoran de modo lento pero imparable sus posiciones militares.

EE UU, de todas formas, prefiere reconciliarse con Vietnam a ver de nuevo a los jemeres rojos al frente de Camboya.