La Habana promete respetar el recinto diplomático

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, expresó ayer la esperanza de que las autoridades cubanas cumplan la promesa que le han. dado de respetar de ahora en adelante la inviolabilidad y la extraterritorialidad de la Embajada de España en La Habana, en cuyo recinto penetraron el viernes cuatro policías cubanos para apresar a un refugiado.Esta promesa fue efectuada al embajador de España ante el Gobierno cubano, Antonio Serrano de Haro, que el sábado presentó una nota verbal de protesta ante el vicecanciller José Raúl Viera por el comportamiento de los policías. El número dos de la diplomacia cubana además pidió disculpas por el incidente, que explicó por el acaloramiento de la persecución policial del refugiado, y aseguro que no se reproduciría.

"Creemos que van a cumplir su palabra", afirmó Fernández Ordóñez que, aparentemente, consideró satisfactorias las aclaraciones del vicecanciller y, en contra de lo previsto inicialmente, renunció a convocar al embajador cubano en Madrid, Luis Méndez Morejón, para expresarle su disgusto. El ministro viajó ayer a última hora de la tarde a Bruselas, donde hoy evocará el incidente con sus homólogos comunitarios.

Serrano de Haro solicitó también a Viera clemencia para el refugiado detenido en la Embajada de España, pero como los diplomáticos ignoran su identidad la petición tiene un "carácter más bien simbólico", reconoció Juan Leña, portavoz de Asuntos Exteriores.

Para evitar que se reproduzcan incidentes similares y que la Embajada de España quede sumergida por un flujo de refugiados, cuatro miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) tramitarán hoy su visado cubano en Madrid y viajarán inmediatamente después a la isla.

Serrano Haro pidió además el viernes a las autoridades cubanas que refuercen la protección de su Embajada. La policía cubana se anticipó a sus deseos aumentando, tras la entrada el miércoles del primer refugiado, de dos a 18 el número de agentes uniformados y de paisano apostados en torno al edificio. Algunos de ellos fueron los que recuperaron el viernes por la tarde al último cubano que saltó la verja.

Esta doble custodia policial cubana y, dentro de poco, española equivale en la práctica a disuadir a los refugiados potenciales. A aquellos que estén empeñados en obtener asilo les queda el recurso de intentar entrar en la sede diplomática alegando que desean efectuar algún trámite administrativo relacionado con España.

Juan Leña insistió, sin embargo, en que los cubanos que consigan introducirse en la Embajada no serán entregados a las autoridades cubanas ni, por supuesto, los tres asilados que lograron refugiarse la semana pasada y que corren ahora el riesgo de permanecer allí una larga temporada.

En opinión de diplomáticos españoles, Castro desea evitar que, si permite la salida de los refugiados en las Embajadas de España y Checoslovaquia, secree un precedente que incite a los cubanos a seguir el ejemplo de los albaneses que se refugiaron masivamente en las sedes diplomáticas europeas. Durante una recepción el sábado en la Embajada de Francia, el líder cubano recordó que "hace díez años que Cuba no da permiso de salida a los que buscan asilo en las embajadas" y se extrañó además de que las sedes diplomáticas europeas se atrevan a conceder asilo cuando, según él, sólo las latinoamericanas pueden a hacerlo.