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LA CITA DE LOS MÁS RICOS

Los Siete niegan ayuda conjunta a Gorbachov

Los líderes del Grupo de los Siete concluyeron ayer su reunión anual con una respuesta negativa a la petición de ayuda económica para la Unión Soviética realizada por Mijaíl Gorbachov. En el comunicado final, leído por el presidente Bush en presencia de sus socios occidentales, no se hace mención expresa a esta denegación de ayuda conjunta, pero se habla de enviar misiones internacionales de estudio y de dejar libertad a los países asistentes a la cumbre para actuar de forma individual en este sentido. La cumbre concluyó con acuerdo en todos los puntos en litigio pero con escasos compromisos concretos.

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El presidente de Estados Unidos, George Bush, bien apoyado por sus colegas canadiense, Brian Mulroney, y británica, Margareth Thatcher, ha mantenido durante los tres días de reuniones su posición de no tomar medidas conjuntas de apoyo económico a la Unión Soviética, mientras que la reforma de Gorbachov no dé mayores frutos en la apertura hacia una economía de mercado y en la reducción de sus gastos militares. De nada han servido las presiones de algunos líderes europeos (Helmut Kohl y François Mitterrand, sobre todo), ni las noticias que continuamente venían de Moscú sobre los debates del congreso del Partido Comunista Soviético.La Comunidad Europea sí mantiene, sin embargo, su propuesta de ayuda directa a la URSS y la mayoría de sus líderes están dispuestos a tomar la iniciativa en el control y la cuantificación de los estudios que realicen las organizaciones internacionales designadas al efecto. En concreto, el G-7 acordó solicitar al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Mundial y al recién creado Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), la realización de un detallado estudio sobre el proceso de reforma soviético y hacer las recomendaciones oportunas.

Respecto a los otros dos temas polémicos, subsidios agrícolas y medidas contra la destrucción del medio ambiente, el comunicado final enuncia sendos acuerdos en los que los siete líderes de occidente se comprometen muy poco en cuanto a medidas concretas y calendarios. Se habla de reducir los subsidios agrícolas (nunca de eliminarlos) y se pospone el debate hasta la reunión del GATT el próximo día 23 de julio en Ginebra.

El acuerdo de Medio Ambiente es menos concreto todavía, con grandes declaraciones de principio sobre los retos ecológicos, cambios climáticos, destrucción de la capa de ozono, deforestación, contaminación marina y pérdida de diversidad biológica. Sin embargo, se emplaza a los países occidentales a hacer esfuerzos para solucionar cada uno de estos problemas y, una vez más, posponen las grandes decisiones para nuevas reuniones internacionales. En concreto, a la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, a celebrarse en 1992.

Cántico Iiberal

Por lo demás, el comunicado final negociado tras largas sesiones plenarias y de los ministros de finanzas y asuntos exteriores, es un gran canto al liberalismo en todo el mundo y un apoyo a los procesos democratiz adores en las diversas áreas del mundo. "Cuando la gente es libre para elegir, elige la libertad", dice textualmente en el preámbulo.

Respecto a la situación económica mundial, los líderes occidentales se congratulan de los ocho años de crecimiento, de la estabilización de sus economías y de la inflación, aunque insisten en mantener la coordinación monetaria y los equilibrios interno y externo. En este sentido, se hace especial énfasis en seguir el proceso liberalizador del comercio mundial, dentro del marco de la Ronda Uruguay, que conluye el próximo mes de diciembre.

El G-7 vuelve a congratularse de los procesos de cambio en el este de Europa, apoya las actuaciones del BERD y afirma que "La inversión privada extranjera será vital para el desarrollo de esos países". También se valoran los cambios en la Unión Soviética, aunque el comunicado hace hincapié en que se necesitan mayores reformas y que las ayudas individuales de los países que así lo decidan no serán mal vistos por el club de los siete, según se desprende del comunicado.

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