Albania se desprende de los comunistas más dogmáticos

La reunión plenaria del comité central del Partido del Trabajo Albanés (PTA) se clausuró el sábado por la noche con decisiones que demuestran la determinación dei! presidente Ramiz Alia de proseguir con los timidísimos cambios económicos anunciados en enero. En contrapartida, varios antiguos dirigentes de la corriente dogmática fueron relevados de sus cargos. Si bien es prematuro hablar de la victoria absoluta de los reformistas dentro del partido y del! éxito de una apertura que todavía sólo existe en los discursos, el hombre duro del Politburó y ministro del Interior, Simon Stefani, fue sustituido como jefe de la poderosísima policía secreta, la Segurini.Hekuran Isai, ex chófer y ex ministro de Interior, sucedió a Stefani. Manush Myftiu, Rita Marko y el ministro de Defensa, Prokop Murra, los más duros entre los viejos cuadros del anterior jefe del Estado, Enver Hoxha, fueron retirados del politburó y serán juzgados.

Con estos cambios cosméticos, pero significativos, el comité central detalló las bases de las reformas económicas, cuyo despegue se espera en 1991, y que se basan en la descentralización, alto financiamiento de las empresas, incentivos materiales para la creatividad y la productividad mientras, que a partir de noviembre, una tercera parte de los asalariados recibirán subidas salariales del 10% al 20%.

Cambios en el campo

Los cambios económicos en Albania, pues nunca se habla de reformas, ya que esta palabra tiene connotaciones demasiado radicales, comenzaron en el campo y las últimas decisiones están destinadas a la población urbana, potencialmente la más rebelde debido a un mejor acceso a la información y por lo tanto mayores expectativas. De ahí que Ramiz Alia anunciara una mejora de los servicios públicos, prácticamente inexistentes.

Frente a la incapacidad del Gobierno por resolver el estrangulamiento se prevé la iniciativa privada en estas áreas, algo totalmente nuevo en el país. "Deben existir más sastres, zapateros, reparadores de bicicletas, fotógrafos, relojeros". Más aún se alentará la iniciativa privada entre los vendedores ambulantes de bebidas y almendras y "hasta los productores de croquetas". Pero que no haya dudas en cuanto a la iniciativa privada: no habrá explotación ya que sólo se permitirá el autoempleo.

Asimismo se incentivará la diferenciación salarial hasta ahora inexistente. Incluso en las artes el sueldo regulaba la producción. Por ejemplo, un cineasta albanés debía producir una película cada año y medio. La calidad no importaba. Su salario era permanente e igual. Si bien las últimas medidas acordadas fueron anunciadas en enero, es obvio que el Gobierno muestra una mayor determinación para materializarlas, consciente de que la pobreza absoluta padecida por la población podría crear revueltas en cualquier momento y la crisis de los refugiados fue sólo la primera advertencia.

Igualitarismo de la pobreza

Ha llegado el momento en que el igualitarismo de la pobreza en Albania, retórica alimentada durante décadas, no podrá sostenerse, porque la gente sabe que más allá de las fronteras la pobreza no es motivo de orgullo.

Actualmente, existe la voluntad de empezar con los cambios, pero dentro de un marco político bien determinado: "El partido es la fuerza dirigente, con él están unidos el presente y el futuro y no sólo del socialismo sino también de la libertad y la independencia de la patria".

[El abastecimiento de los productos alimenticios básicos es la tarea económica prioritaria del Gobierno de Albania desde el anuncio del programa de reformas de enero, informa la agencia Efe. Estimulado por el ejemplo de la reciente y sangrienta revolución en Rumania, Ramiz Alia anunció en su informe al pleno del comité central del 22 y 23 de enero que las necesidades alimenticias básicas debían ser satisfechas por medio de las compras en el exterior. Con los comercios bien surtidos, el régimen de Tirana pretendía entonces evitar que la situación escapara a su control, y advertía, en el mismo documento, que los miembros del partido debían adoptar medidas de vigilancia para responder a las provocaciones].