Las universidades españolas rinden homenaje a los jesuitas asesinados en El Salvador

Las universidades españolas rindieron ayer un homenaje conjunto a los seis profesores jesuitas españoles y a los dos miembros del personal de la Universidad Centroamericana de San Salvador (UCA) asesinados el 16 de noviembre de 1989 por fuerzas militares salvadoreñas. El solemne acto, presidido por el ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, se celebró en el paraninfo de la Universidad de Salamanca y contó con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Sociedad del V Centenario.

El homenaje de todas las universidades españolas a los jesuitas asesinados en El Salvador supuso, en opinión de los rectores, un rechazo de la violencia, la brutalidad y el fanatismo de las fuerzas que van contra la cultura y el desarrollo" y "una identificación de la universidad española con la causa académica que desarrolla la UCA, en cuyo plantamiento intervinieron directamente los jesuitas asesinados".Como prueba de esta identificación del ministro y los rectores (o sus representantes) de las 39 universidades españolas tanto públicas como privadas ofrecieron la medalla de oro de sus respectivos centros a la universidad salvadoreña y estamparon su firma en un convenio de colaboración y ayuda entre el Ministerio de Educación, las universidades españolas y la UCA.

Entre las víctimas de la matanza figuraban el rector de la universidad, José Ignacio Ellacuría; los profesores Segundo Montes, Ignacio Martín Baro, Amando López, Juan Ramón Moreno y Joaquín López, todos ellos españoles y miembros de la Compañía de Jesús, y Elba Ramos y su hija Celina Ramos, empleadas del centro. Esta universidad salvadoreña, conocida también por el nombre de José Simeón Cañas y considerada como centro de educación progresista, obtuvo el pasado 25 de mayo el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Respuesta a la desigualdad

Los actos de ayer en Salamanca se produjeron en presencia de algunos familiares de las víctimas, de embajadores latinoamericanos y de altos cargos locales. El ministro de Educación Javier Solana, que vio interrumpido su discurso por un grupo de objetores de conciencia que exhibieron una pancarta reivindicativa, señaló que el homenaje a la UCA era un acto de reconocimiento "a quienes entregaron sus vidas en defensa de una determinada concepción de la sociedad; un acto de reflexión porque la universidad debe contribuir al avance de la sociedad y dar una respuesta ética a la desigualdad y finalmente un acto de compromiso que exige el impulso de la cooperación". Previamente, tanto el rector de la Universidad de Salamanca, Julio Fermoso, como el de Santiago de Compostela, Carlos Pajares, habían destacado los méritos humanos y universitarios del rector Ignacio Ellacuría, de los profesores,del centro y del personal asesinado. Por su parte, Miguel Francisco Estrada, rector de la UCA, que tiene en la actualidad 7050 alumnos repartidos en tres facultades, agradeció el homenaje y justificó la actuación de esta universidad "porque es un centro encarnado en la realidad social, inspirado en un cristianismo comprometido, que actúa en un contexto de conflicto y de guerra".Coincidiendo con este encuentro hoy se reunirá la comisión del Consejo de Universidades, para estudiar los límites que pretende poner cada universidad al número de alumnos.