La locomotora, a toda marcha

La locomotora alemana sigue marchando a toda velocidad. El producto nacional bruto (PNB) de la República Federal de Alemania creció en un 4,4% durante los primeros cuatro meses de 1990, según los datos hechos públicos por la Oficina Federal de Estadística de Wiesbaden. En el mismo periodo de 1989, el PNB creció tan sólo en un 2,5%. El desempleo descendió asimismo durante el mes de mayo en casi 100.000 personas.

El gran reto de la unificación alemana, la absorción de una economía en estado de derribo y el suministro de moneda fuerte a cambio de devaluados marcos orientales, no parece que vaya a poner en dificultades a la economía de la RFA. Según las cifras hechas públicas esta semana en Wiesbaden, las predicciones del Gobierno de un crecimiento anual por encima del 4% se que dan cortas. El crecimiento de este primer cuatrimestre ha superado todo lo previsto. Los cálculos de la mayoría de los economistas lo situaban en torno a un 3,5%. Los expertos aseguran ahora que esta pujanza se deben gran parte a las inversiones en bienes de capital y a un aumento de la demanda de consumo interna. La inversión en bienes de capital ha crecido en un 15,9% durante el primer cuatrimestre, mientras que el consumo privado lo ha hecho en un 4%.El primer elemento tiene una clara explicación, cuyos efectos se están haciendo sentir también en el mercado de capitales, concretamente en la Bolsa de Francfort. La expectativa de grandes inversiones en la RDA, con todo el trabajo de infraestructura que se presenta por delante, está llevando a las grandes empresas constructoras y, en general, a todas aquellas creadoras de infraestructura a prepararse para el asalto al otro lado del Elba. En este sentido, la unificación alemana parece que va a tirar aún más del tren de la economía, incluso a corto plazo.

Por el contrario, los superávit de la balanza comercial y federal bajaron drásticamente durante el mes de abril, reduciéndose prácticamente a la mitad. El hecho es que las exportaciones de la RFA durante el pasado mes de abril descendieron en 1.000 millones de marcos respecto al mismo periodo de 1989, mientras que sus importaciones aumentaron en 1.200 millones de marcos, también en el mismo periodo. El superávit comercial se sitúa ahora en 7.600 millones de marcos, casi la mitad de los 13.400 millones del pasado mes de marzo. El superávit federal, por su parte, descendió de 10.400 millones en marzo a 8.300 en abril.

La reconstrucción

Desde que se inició el año, la tendencia de las importaciones a subir más que las exportaciones ha sido constante. Según los expertos, esto forma parte también de la preparación de las empresas para la reconstrucción de la RDA después de la unificación. Las autoridades monetarias admiten que esperan que el superávit comercial de 1990 descienda considerablemente con respecto al del año anterior.Pese a este único dato negativo, y que tiene una clara explicación en el proceso de reforzamiento de la industria para dedicarse a la reconstrucción de la otra Alemania, el resto de los indicadores económicos no puede ser mejor. El desempleo ha conseguido seguir descendiendo, pese a la llegada masiva de inmigrantes, situándose en la actualidad en 1,9 millones, lo que representa un 7% del total de la población activa y un descenso de tres décimas con respecto al mes de abril.

En cuanto a la inflación -la gran incógnita del proceso de unificación monetaria-, los temores parecen ir diluyéndose. Según el primer banco privado de la RFA, el Deutsche Bank, la inflación no superará el 3% en 1990, lo que significa tan sólo dos décimas más que la tasa de 1989. A medio plazo, sin embargo, los temores persisten y la duda sobre si será necesaria una subida de impuestos se mantiene.