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DESPUÉS DE LA CUMBRE

Mijaíl Gorbachov, recibido con gran entusiasmo por los universitarios de Stanford

El presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, fue acogido ayer con un entusiasmo casi descontrolado en la Universidad californiana de Stanford, el laboratorio del capitalismo americano más radical, donde dijo que Estados Unidos y la URSS deberían "terminar con las viejas alianzas basadas en el enfrentamiento".

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Miles de estudiantes le recibieron ayer con gritos de "Gorby, Gorby, Gorby", enmudeciendo casi por completo a varios centenares de independentistas bálticos que se habían colado en el campus con banderas y pancar tas. Gorbachov regresó ayer a Moscú. La última jornada de Gorbachov en Estados Unidos se había iniciado con un breve encuentro con Ronald Reagan, el ex presidente norteamericano que en 1987 calificó a la URSS como "el imperio del diablo", cuyo último encuentro se registró brevemente en diciembre de 1988, en Nueva York. Reagan y Gorbachov fueron los artífices del deshielo político entre ambas potencias y los protagonistas de las cumbres de Ginebra (1985), Reikiavik (1986), Washington (1987) y Moscú (1989). Tras su encuentro con Gorbachov, Reagan declaró que ambos habían discutido "abiertamente sobre los problemas que afectan a ambos países". La visita del presidente soviético a la Stanford University fue un estallido de la denominada gorbymanía. Stanford, uno de los centros más prestigiosos del mundo y el más moderno laboratorio capitalista de Estados Unidos, enloqueció con la llegada del líder soviético.

La presencia de Gorbachov alteró la vida de este lugar, dedicado casi exclusivamente al desarrollo de las teorías económicas y las tecnologías más avanzadas. En el más puro sentido capitalista, algunos de los estudiantes revendieron por 200 dólares sus entradas del Memorial Auditorium, donde se celebró la ceremonia de bienvenida a Gorbachov. Durante su discurso, frente al cuadro facultativo y al alumnado del centro, el presidente soviético dijo explícitamente que "la guerra fría ha quedado atrás", y explicó que "no hay que discutir quién la ganó, ya que, como ocurriría en el caso de una guerra nuclear, no puede haber ganadores". Gorbachov se mostró partidario de "trabajar para terminar con las rivalidades políticas y militares tan rápido como sea posible", y se mostró partidario de "reemplazar las viejas alianzas que se basan en la confrontación por nuevos pactos que servirán para combatir el hambre, la enfermedad, la pobreza y la drogadicción". Gorbachov reconoció que la destrucción del arsenal nuclear de las dos potencias "no es tan fácil, porque se puede lesionar el medio ambiente si no se hace adecuadamente". Tras declararse plenamente convencido de que la perestroika es el buen camino para la URSS, Gorbachov citó la palabra "tolerancia" como la única vía para la cooperación y la paz en el mundo.

Su visita a este centro universitario no fue su primer contacto con el capitalismo puro.

El domingo, en Minneapolis, poco después de despedirse de George Bush en Washingon, Gorbachov se había entrevistado con un grupo de empresarios en Minnesota.

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El objetivo del viaje era comprobar las posibilidades de desarrollo agrícola, industrial y tecnológico de un territorio muy similar en sus características naturales con la URSS.

Antes de tomar el avión para regresar a su país y dar por finalizado este histórico viaje a EEUU, el presidente soviético se entrevistó en un hotel de San Francisco con el líder surcoreano, Roh Tae Woo.

Ésta era la primera entrevista entre los dos máximos dirigentes de ambos países, y de ahí que se produjera en un terreno neutral. La reunión suponía un paso para la normalización de relaciones entre ambos países.

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