Dudas de que la Contra concluya su desmovilización el 10 de junio

La Contra convirtió el primer día del nuevo plazo de entrega de armas en otro mero gesto simbólico que deja dudas sobre las posibilidades reales de que todo el ejército de la resistencia Nicaragüense (RN) esté desmovilizado el próximo 10 de junio. Sólo un pequeño grupo de 84 rebeldes entregó el martes sus armas viejas y sin municiones al general español Agustín Quesada, jefe de las fuerzas de las Naciones Unidas para Centroamérica (ONUCA).

El jefe del Estado Mayor de la RN, Israel Galeano, Franklin, ordenó a las fuerzas que permanecen junto a él en la zona de El Almendro, a unos 200 kilómetros al norte de Managua, que diera un paso al frente aquel que desease la desmovilización. Sólo 84 lo hicieron, ante la mirada decepcionada de los representantes de la presidenta Violeta Chamorro y de la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación (CIAV).La mayoría de los jefes de la Contra presentes reiteraron que no entregarán las armas, por falta de garantías. El propio Franklin amenazó abiertamente con actuar militarmente: "Si el Gobierno de Violeta Chamorro no es capaz de poner en orden a estos señores [los sandinistas], les aseguro que nosotros somos una avalancha humana que los pondremos en orden".

Franklin se molestó con la fuerzas de la ONUCA cuando éstas se opusieron a que los contras que entregaran sus armas se quedaran con su uniforme militar como recuerdo de sus años de lucha. "Si los organismos internacionales quieren hacer las cosas a su modo no nos desarmaremos ante ellos", advirtió el líder de la RN.

Además de Franklin, otros comandantes al mando de pequeñas compañías del ejército de la RN coincidieron en que sólo permaneciendo unidos y armados serán respetados por los sandinistas. "Yo no voy a entregar mi fusil cuando es la única garantía de mi vida", expresó el comandante Charly.

El arzobispo de Managua, cardenal Miguel Obando Bravo, envió un mensaje a los contras en el que los estimulaba a desmovilizarse y les recordaba que "es valiente el que lucha por su patria, pero lo es más el que entrega su arma por la paz".

El asesor presidencial Alfredo César advirtió en la capital nicaragüense que si el desarme de la Contra se quedaba en un nivel puramente simbólico no se habría avanzado nada en el camino hacia la paz. Mientras tanto, la presidenta Chamorro, que participó el martes en los actos de toma de posesión del nuevo presidente de Costa Rica, Rafael Calderón, opinó que la entrega de armas de la Contra se cumplía normalmente.

Chamorro tuvo en San José la primera oportunidad de encontrarse con sus colegas centroamericanos ya como presidenta de Nicaragua. En este primer encuentro, Calderón se sintió investido de la categoría negociadora de su antecesor y tomó la iniciativa para convocar una próxima cumbre centroamericana para los próximos días 15, 16 y 17 de junio en Guatemala.

Aunque esa cumbre está convocada con el objetivo esencial de analizar la situación económica de la región, su celebración cinco días después de la fecha prevista para el desarme definitivo de la Contra hace pensar que el conflicto nicaragüense, sumergido hoy en un mar de incertidumbres, pueda volver a ser la estrella de la reunión.

El conflicto nicaragüense se agudiza cada día por el permanente deterioro económico. Al mismo tiempo, como nuevo sintoma del resquebrajamiento de la coalición gubernamental Unión Nacional Opositora (UNO), el vicepresidente Virgilio Godoy se negó a asumir provisíonalmente el cargo de presidente mientras Violeta Chamorro se encontraba en Costa Rica.