Una nueva ley francesa penaliza la discriminación a enfermos y disminuidos
La Asamblea Nacional francesa ha aprobado esta semana por unanimidad una ley que castiga con la reclusión carcelaria cualquier tipo de discriminación basada en el estado de salud de las personas o en su condición de disminución física. El cruel trato que venían recibiendo los afectados de SIDA está en el origen de esta iniciativa.
Desde 1972 la legislación francesa condenaba las discriminaciones fundadas sobre la raza, la religión, el sexo, la nacionalidad, la situación familiar o las costumbres de las personas. Sin embargo, el Código Penal no decía una palabra sobre los enfermos y los disminuidos físicos.Con cierta periodicidad, la Prensa francesa daba cuenta de casos en los que, por razón de su estado físico, algunas personas no podían alquilar apartamentos, acceder a centros de vacaciones o entrar en restaurantes, bares, discotecas y comercios. En las vísperas de las vacaciones de Pascua, la opinión pública se conmovió por la historia de un paralítico al que el propietario de un restaurante cerró literalmente las puertas en las narices. El restaurador arguyó que la presencia en el local del paralítico molestaría a los otros clientes.
Tales comportamientos son legalmente irrepetibles desde la aprobación por la Asamblea Nacional del proyecto (le ley de Claude Evin, ministro de Solidaridad y Sanidad.El no reconocimiento de un derecho civil o laboral a un enfermo o disminuido físico será castigado en adelante con una pena de dos meses a dos años de prisión y una multa que oscilará entre los 3.000 y los 40.000 francos (unas 60.000 y 800.000 pesetas, respectivamente). Negar a una de estas personas la venta de un bien o un servicio le costará al infractor de la ley de dos meses a un año de prisión, y de 2.000 a 20.000 francos de multa (40.000 y 400.000 pesetas, respectivamente). El texto de ley aprobado esta semana tiene una laguna reconocida por el propio ministro de Solidaridad y Sanidad: las compañías de seguros no se ven afectadas por las medidas contra las discriminaciones. Claude Evin no ha querido tomar partido en el debate sobre si esas empresas tienen o no el derecho de negar un seguro de vida a un enfermo de SIDA.
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