_
_
_
_

La CE da luz verde al proyecto de autovía vasco-navarra pese a la tesis de HB y ETA

La Comisión Europea decidió ayer archivar y dejar sin efecto la denuncia presentada por la Coordinadora Anti-Autovía contra el proyecto de carretera Irurzun-Andoáin, que unirá Navarra y Guipúzcoa. La decisión del Ejecutivo comunitario, aunque se circunscribe al aspecto técnico sobre el que tiene competencia, representa el respaldo político a un proyecto defendido por la Administración española pero contestado por Herri Batasuna y por la organización terrorista ETA.

Más información
El comienzo de las obras, previsto para julio

La decisión de la Comisión se ha producido semanas después de lo esperado. La causa de este retraso temporal radica en la irritación del comisario responsable de la política de protección del medio ambiente de la CE, Carlo Ripa di Meana, por las declaraciones del presidente de Navarra, Gabriel Urralburu, quien hizo alusión a que algunos funcionarios comunitarios eran proclives a ciertas actitudes defendidas por las fuerzas próximas a la organización terrorista.Para borrar toda connotación política, la Comisión Europea ha unido su visto bueno al proyecto vasco-navarro con la declaración de que ninguna objeción impide tampoco llevar adelante la construcción de la presa sobre el río Montsant, en Margalef, Cataluña, que había sido denunciada por la posible amenaza al hábitat de aves de la zona. En este caso se hace constar que el proyecto inicial ha sido modificado a sugerencia de los servicios de la CE para respetar las particularidades medioambientales.

Un portavoz de la Comisión Europea señaló ayer que el análisis de los 100 kilos de documentación aportados por el Gobierno autónomo de Navarra y la Diputación de Guipúzcoa "garantiza que se ha llevado a cabo el estudio del impacto medioambiental de la autovía exigido por la directiva 337 de la CE, aprobada en 1985". La norma comunitaria obliga a evaluar la incidencia sobre el medio ambiente de ciertas obras públicas y privadas, así como a informar a la opinión pública de sus efectos sobre el entorno. Las modalidades prácticas de la autovía, y en concreto su trazado, son competencia de las autoridades nacionales.

La autovía vasco-navarra se había convertido en una prioridad política absoluta de las diversas administraciones implicadas. Representantes del Gobierno, directamente o a través de los dos comisarlos y algunos altos funcionarios españoles en la CE, habían transmitido al comisario Ripa di Meana la necesidad imperiosa de zanjar el asunto.

Las autoridades españolas han argumentado el cumplimiento de la normativa comunitaria y que la queja de la Coordinadora Anti-Autovía, firmada por Juan Antonio Erdocia, concejal de HB por Tolosa, y otras 41 personas más, respondía a "una estrategia planificada" para hacer de la autovía "un banderín de enganche como el que en su día representó Lemoniz".

ETA frente a la táctica de HB

La denuncia de Herri Batasuna fue presentada el 17 de abril de 1989 ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, y de ahí pasó, como trámite obligado, a la Dirección General de Medio Ambiente de la CE.

La tesis de la estrategia se sustenta en que la queja exigía un pronunciamiento de la Comisión sobre los requisitos de estudio del impacto ambiental e información suficiente al público. Esa respuesta de oficio debía coincidir en período electoral, y la habitual petición de información añadida por parte de la Comisión Europea se interpretaría como un apoyo implícito a la propuesta de moratoria defendida por Herri Batasuna. Sólo cuando las presiones del Gobierno impidieron esa concatenación de circunstancias, ETA precipitó por las armas, con su amenaza de muerte a técnicos y trabajadores de la autovía, la táctica reglamentista preparada por HB.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_