Moscú insiste en un "período de transición"

El viceministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Yuri Kalhsnev, reafirmó ayer en Lisboa el deseo de Moscú de evitar la confrontación armada con las autoridades de Vilna, pero insistió en la necesidad de un período de transición que facilite la solución de los "complejos problemas" relacionados con una eventual secesión de la República de Lituania,Kalhsnev, presente en el comité ministerial del Consejo de Europa ampliado a los países del Este, explicó a un grupo de periodistas que la ley sobre los mecanismos de secesión, actualmente a debate en el Parlamento de Moscú, coregirá un "lamentable vacío legal". Pero aun en el caso de que la voluntad de independencia sea ratificada por los dos tercios de la población de una república, mediante referéndum, la secesión deberá verse precedida de "un período de transición" para negociar la solución de complejos problemas económicos, sociales, constitucionales y "hasta territoriales" de la misma manera que "un divorcio no se resuelve con un portazo".

El alto funcionario soviético dijo que no se trata tan sólo de decidir quién se quedará con las empresas y las instalaciones militares construidas por la Unión Soviética en las repúblicas bálticas. Hay también problemas estratégicos y de defensa, como la necesidad de prever un corredor militar de acceso a la región soviética de Kaliningrado, en caso de secesión de Lituania, conforme recordó un almirante soviético en el Soviet Supremo.

Kalhsnev considera que la atención con la que se sigue en Occidente la crisis lituana es "comprensible" pero que no hay que dramatizar. Acusó al Gobierno de Vilna de haber censurado, en la televisión, el mitin de los antisecesionistas y de haber destituido a todos los responsables de los medios de comunicación.

Kalhsnev calificó la situación en la capital lituana de "normal" y expresó su confianza en que los contactos en curso, a través de los militares y de las autoridades aduaneras, "permitirán evitar el recurso a la fuerza".