Once millones para ayudar a nacer

Mantas, tiendas de campaña, un generador eléctrico, material de higiene y útiles de cocina por valor de unos 100.000 dólares -unos 11 millones de pesetas- integran la ayuda que el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, entregará hoy a Sam Nujoma, primer presidente de Namibia cuando asista en Windhoek, la capital del país, a las celebraciones que coronarán el proceso de independencia de la última colonia del Africa negra.

La ayuda está destinada a un proyecto de cooperación que España planea realizar en el norte del país, en un área de 20.000 hectáreas donadas por el rey Kauluma, una alta autoridad de la zona, al Gobierno de la Organización Popular del Africa del Suroeste (SWAPO) para facilitar el reasentamiento de 2.000 de los 40.000 refugiados namiblos que huyeron de su tierra como consecuencia de la guerra y la represión de las autoridades coloniales surafricanas.Un camino serpenteante y barrido por la arena polvorienta, practicable sólo por un vehículo todo terreno, lleva a las tierras que están destinadas a ser el escenario del Proyecto Kauluma, el primero que España planea realizar en Namibia.

El área de 20.000 hectáreas se halla en Ovamboland, al norte de Namibia, la zona más castigada por la que la ONU ha calificado como la guerra más cruenta y destructiva de los últimos 20 años. De allí procede el 60% de la población namibia.

30 años de lucha

Son los dominios de los ovambos, la tribu que constituyó la base de la SWAPO, el movimiento de liberación que luchó con las armas, durante casi 30 años, contra los ocupantes surafricanos y que ahora, gracias a los resultados de las elecciones del pasado noviembre, bajo la supervisión de la ONU, llevará las riendas del primer Gobierno tras la independencia.

El terreno, a unos 150 kilómetros al sureste de Ondagua, formaba parte de las propiedades del rey Elifas Kauluma, quien decidió regalarlos a la SWAPO con el fin de contribuir al reasentamiento de los 40.000 desplazados y refugiados que, a raíz de la puesta en marcha del proceso de independencia bajo vigilancia de la ONU, están regresando al país.

La destrucción de las que fueron sus aldeas y la desintegración de los núcleos familiares que se esperaba iban a ser los principales receptores y punto de apoyo de los retornados han creado grupos de nómadas que recorren el terreno semiárido salpicado de acacias en busca de un hogar. El Proyecto Kauluma, como ha sido denominado, fue iniciado por parte del Gobierno español a instancias de la SWAPO.

Para su desarrollo, que se halla aún en fase de estudio, se prevé una inversión de unos tres millones de dólares (unos 310 millones de pesetas) en un período de tres años. Su objetivo es el de reasentar a unas 2.500 personas -de las que un 48% son niños dotándolas de la infraestructura necesaria para que constituyan una comunidad autosuficiente.

Se trata de un proyecto de desarrollo integral, ya que prevé la construcción de viviendas, una carretera, un colegio, un centro de salud, la preparación de la tierra para las actividades agrícolas, cavar un pozo -sólo hay agua subterránea- y talleres de carpintería, textiles, albañilería, artesanía, etcétera.

Los integrantes de la comunidad serán la mano de obra de los distintos apartados del plan. Una ayuda alimentaria de unas 40.000 toneladas anuales revertirá en el Proyecto Kauluma.

La ayuda de emergencia que el ministro Ordóñez entregará a Nujoma está destinada a asistir a los desplazados que, al correrse la voz de que las tierras están libres para la reinserción de los recién llegados, han comenzado a acudir a Kaulema, y en dos meses alcanzan la cifra de 200 personas. A ellos se deberán añadir los habitantes de los campos de refugiados que aún permanecen en Angola y otros países vecinos.