Un pastor protestante sucede a un hombre de la Stasi al frente de Despertar Democrático
JOSÉ M. MARTÍ FONT ENVIADO ESPECIAL, Los últimos días de la campaña electoral han enrarecido el ambiente en la República Democrática Alemana (RDA). A dos días de la cita con las urnas, Despertar Democrático (DA), el partido con más carisma de la Alianza por Alemania -la coalición conservadora apadrinada por el canciller federal, Helmut Kohl-, ha tenido que nombrar un nuevo presidente para sustituir al que fuera candidato de la derecha al puesto de primer ministro, Wolfgang Schnurr. El pastor protestante Reíner Eppelmann, uno de los precursores de la revolución que derrocó al régimen neoestalinista de Erich Honecker, fue designado ayer nuevo presidente de DA.
Shnurr, después de dimitir y reconocer que había sido confidente de la Stasi (la policía política), pidió ayer desde su cama en el hospital donde se recupera del colapso que sufrió al saber que había sido descubierto, que se le concediera protección policial.Pese al nombramiento de Eppelmann, la derecha parece haberse quedado huérfana y sin un líder más o menos fiable para ocupar el cargo de primer ministro. Su otro candidato, el líder de la Unión Social Alemana (DSU), también de la Alianza por Alemania, el pastor Hans Wilheim Ebeling, es también víctima de su pasado.
A este clérigo de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, que el miércoles se dirigió junto al canciller Kohl a las más de 100.000 personas que se habían congregado en su ciudad, se le acusa de haber cerrado las puertas de su iglesia a quienes se manifestaban contra el régimen comunista en otoño pasado cuando eran perseguidos por la policía. Según el semanario Der Spiegel, Ebeling había acumulado una considerable cantidad de dinero en los últimos años y disponía para su uso personal de dos dachas en las que pasar los fines de semana confortablemente. Sin embargo, no parece que todo esto vaya a afectar en demasía al resultado final de las elecciones. Los votantes de la Alianza por Alemania están dando su voto al canciller Kohl y les importa poco o muy poco quién les representará provisionalmente en la RDA en el intervalo que precederá a la unificación.
Kohl y Brandt
Los dos pesos pesados de esta campaña, el canciller Kohl y el ex canci er Willy Brandt, han dado ya por acabada su presencia en los actos electorales. Sin ellos, la asistencia a los mítines se ha reducido considerablemente. El martes, en el mismo Berlín Oriental, un acto electoral del SPD al que asistía su-líder, Ibrahim Böhme, y el último candidato socialdemócrata a la cancillería de Bonn, Johannes Rau, no contó con la asistencia de más de 3.000 personas en un pabellón inmenso. Sólo los comunistas reformados de Gregor Gysi, del PDS, siguen llenando locales.
Ayer, el portavoz del Gobierno saliente, el indestructible Wolfgang Meyer, que ya fuera portavoz del Ministerio de Exteriores en el régimen de Honecker, se despidió de la Prensa en la habitual conferencia que sigue a la reunión del Consejo de Ministros. "Hernos hecho lo que hemos podido", vino a decir, "creo que hemos conseguido dejar este país lo suficientemente estabilizado como para poder negociar con dignidad la unión". Hans Modrow, el primer ministro saliente, se va con su prestigio intacto e incluso aumentado. Hace ya dos días que abandonó la residencia oficial, en la que nunca se sintió a gusto, y se trasladó a un modesto apartamento en Berlín Oriental. Su desprestigiado partido, con su ayuda y la dirección de Gysi, parece haber remontado el vuelo, y puede consolidarse como el tercer partido.
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