Los partidos de izquierda chilenos retornan a la legalidad
Cuando el régimen militar se encuentra en vísperas de entregar la presidencia al Gobierno democrático, con un virtual borrón y cuenta nueva, los partidos de la izquierda chilena están en vías de recuperar sus derechos perdidos durante 16 años. El miércoles inició su inscripción legal el partido comunista, ayer lo hizo el Partido Socialista (PS), y Hortensia Bussi, viuda del ex presidente Salvador Allende, retornó el lunes pasado al país. Socialistas y comunistas desean además recuperar o ser compensados por sus bienes expropiados por la dictadura después del golpe de Estado de 1973.Cinco días tiene el Servicio Electoral para decidir la legalidad de la petición de inscripción del partido comunista, a la cual tiene derecho según la reforma constitucional de 1989. Los comunistas deberán reunir al menos 40.000 firmas de militantes, con las que éstos se identifican y abandonan la clandestinidad.
Volodia Teitelboim, el secretario general del partido comunista, sostuvo que su partido luchará por una legislación "absolutamente democrática" durante el próximo Gobierno. El partido comunista no tiene representación parlamentaria. Los cambios en los países de Europa del Este y su línea política han provocado un intenso debate interno.
Con el nombre de Partido Socialista de Chile (Unido), debido a que otro partido de origen oscuro está ya inscrito como Partido Socialista, iniciará hoy su legalización la colectividad en la cual militó Allende. Los socialistas, la tercera fuerza política del país, culminarán su unidad interna en un congreso este año. El PS propondrá al Partido por la Democracia (PPD), que reúne a independientes e izquierdistas, la fusión en un solo partido.
La izquierda
La izquierda en su conjunto, que en 1973 reunía el 43% de la votación, hoy representa el 25% del electorado, víctima de la represión pero también de errores propios, como reconocen sus dirigentes. El término del eje socialista-comunista, determinante durante décadas, y la aparición de la unidad socialista-democristiana es uno de los principales cambios políticos al término de los 16 años de régimen militar.Los partidos izquierdistas, reunidos durante el Gobierno de Salvador Allende en la Unidad Popular, una coalición común, se encuentran ahora separados en dos sectores. Socialistas y otros partidos integran el Gobierno del presidente Patricio Aylwin, mientras los comunistas están fuera de la próxima Administración.
En 1986, después del fallido atentado contra Pinochet, fueron más notorias las diferencias entre una izquierda socialista que buscaba cambios aprovechando la institucionalidad y otra comunista, de contenido rupturista. "Hasta ese año tuvimos la fantasía del derrocamiento de la dictadura al estilo de lo que ocurrió con Duvalier o Marcos", señaló a EL PAÍS el ministro secretario del Gobierno democrático, Enrique Correa.
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