González se compromete en Venezuela a concluir el tratado de cooperación

IGNACIO CEMBRERO ENVIADO ESPECIAL, El presidente del Gobierno español, Felipe González, firmó ayer con su anfitrión venezolano, Carlos Andrés Pérez, la carta de intenciones en la que se compromete a concluir con Venezuela el tercer tratado de amistad y cooperación suscrito por España con un país latinoamericano, que ascenderá en este caso a 3.000 millones de dólares (330.000 millones de pesetas).

Tras este acto, celebrado en el palacio de Miraflores, González almorzó con Pérez y con el vicepresidente de EE UU, Dan Quayle, y por la tarde mantuvo un encuentro con representantes del Congreso y del Senado, antes de recibir a la colectividad española en Caracas en el hotel Hilton.Los tratados, firmados hasta ahora con Argentina y México, se han convertido en el eje de la actual política exterior española para estrechar lazos con Latinoamérica en vísperas de la celebración del Quinto Centenario.

El lunes, en Santiago de Chille, Felipe González rubricará otra carta de intenciones con el presidente Patricio Ay¡win, y tres días más tarde se mantendrán en Brasilia conversaciones exploratorias con colaboradores del presidente Fernando Collor de Melo con vistas a negociar un documento similar.

El acuerdo con Venezuela prevé la movilización, de aquí al año 1993, de 3.000 millones de dólares, una cantidad similar a la dedicada a Argentina, pero inferior a la consagrada a México.

El monto global se reparte entre 1.200 millones de dólares, consistentes en créditos otorgados por el Fondo de Ayuda al desarrollo (FAD) y otros concedidos en condiciones de mercado, e inversiones privadas que se elevan a 1.800 millones de dólares.

Proyectos de inversión

El grueso de los fondos puestos a disposición de Venezuela deberán, por tanto, ser aportados por el sector privado, y no en balde el tratado pretende "promover la asociación de empresas de los dos países y la ejecución de proyectos conjuntos de inversión", especialmente en el área de la exportación. "Creo", afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, "que este dinero se va a usar para financiar proyectos españoles en marcha".

La crisis económica que atraviesa el subcontinente latinoamericano, y especialmente Argentina, ha incitado a los empresarios españoles a ser muy cautos, y el tratado concluido con Buenos Aires no se está cumpliendo. Chile, que goza de mejor situación, sí atrae, en cambio, a los hombres de negocios, hasta el punto de que España es ahora el segundo inversor extranjero, después de Japón y por delante de EE UU.

A pesar de los interrogantes que suscita el comportamiento de los empresarios españoles en Venezuela, la mayoría de los círculos políticos del país se alegraban de la firma del tratado y su opinión quedaba reflejada en un artículo del diario caraqueño El Universal. Tras expresar su "satisfácción", el editorialista recalcaba que "España, hoy, está en el deber moral y afectivo de tenderle la mano a Venezuela y agradecerle así el gesto generoso ( ... ) que tuvo con los inmigrantes españoles", exiliados políticos.

La única nota discordante la dio ayer El Diario de Caracas. Su columnista, indignada, recordaba las "medidas ( ... ) discriminatorias a la inmigración proveniente de América Latina" tomadas por el Gobierno español y aseguraba que "España ha firmado textos iguales con Argentina y México y todavía están esperando que lluevan allí esas inversiones". Con México, el tratado no ha sido sometido aún a la ratificación parlamentaria.

Como los anteriores acuerdos concluidos por España, el que fue suscrito ayer incluye la cooperación política para, entre otras cosas, la defensa y promoción de principios como la democracia y los derechos humanos, y la cooperación consular, que en aquellos países donde no existan consulados de una de las partes permitirá a españoles y venezolanos solicitar asistencia de la representación de la otra parte. España cuenta con muchas más embajadas que Venezuela, y serán, por tanto, los venezolanos los principales beneficiarios de esta iniciativa.